¿No te parecería genial poder volver al pasado y simplemente no haber hecho eso?
Por: Juanca Ibáñez | Fuente: New Fire
Antes de comenzar a hablar de la indulgencia plenaria tomate unos segundos para pensar en las peores cosas que has hecho en tu vida, tus más grandes pecados.
¿Los recuerdas?
¿No te parecería genial poder volver al pasado y simplemente no haber hecho eso? Como cuando estás trabajando en el computador y simplemente das Ctrl+Z, o cuando en un video juego regresas al ú
La Iglesia, a lo largo del tiempo, ha determinado distintas formas para alcanzar la indulgencia plenaria. Hay algunas que se pueden hacer en cualquier momento –media hora de adoración frente al Santísimo, rezar el Vía Crucis, rezar el rosario en familia o en comunidad, leer la Biblia durante media hora etc. –, como también hay otras que aplican solo para momentos específicos como sucedió en el año de la fe (donde se podía visitar una Basílica Papal, visitar un baptisterio entre otras) o el año de jubilar de la misericordia (donde al realizar obras de piedad, misericordia o penitencia se concede la indulgencia plenaria).
Sea cual sea la forma en que se obtiene la indulgencia plenaria es necesario:
Tener la disposición interior de un desapego total del pecado, incluso venial.
Confesarse (20 días antes o 20 días después).
Comulgar (preferiblemente en Misa).
Orar por las intenciones del Papa.
¿Por qué se le llama indulgencia plenaria?
Se llama indulgencia plenaria porque suprime plenamente la pena que se debe pagar por los pecados cometidos y confesados hasta ese momento. Esta pena (de no contar con la indulgencia plenaria) se paga de dos formas: con los sufrimientos y obras buenas de esta vida o con un tiempo en el purgatorio.
Sin embargo, no te lo había dicho hasta ahora, existen también las indulgencias parciales.
Estas son una supresión parcial de la pena, sin embargo la Iglesia no específica cuan parcial es (si es un 20% o un 80%, si es de determinados tipos de pecado, etc.) simplemente dice que una parte de la pena es perdonada. Esta la obtenemos muy a menudo y ni siquiera lo sabemos.
Al darnos la bendición; al rezar el Angelus, el Magnificat entre otras; al visitar al santísimo por un rato; al rezar el Credo; al hacer un examen de conciencia; al pedir por los muertos. En fin hay muchas formas.
Bueno, ahora que lo sabes, ¿qué esperas? Es muy fácil alcanzar la indulgencia plenaria, esta es la llave al Cielo. Ponte en marcha y busca conseguir la tuya de hoy.
PD:
1. Las indulgencias solo son aplicables a uno mismo o a un difunto. Si lo piensas, tiene sentido. No puedes ofrecer tu indulgencia por alguien que aún vive (ni siquiera si está en coma o alguna enfermedad muy grave) pues su tiempo no ha acabado y (aun cuando no lo notamos) pueden seguir tomando decisiones. Sin embargo, sí puedes ofrecerla por un difunto.
Solo se puede recibir una indulgencia al día. Si dedicaras un día completo a obtener muchas indulgencias plenarias sería muy beneficioso para tu alma, pero solo se puede recibir una al día, sea que la aproveches para ti o que la ofrezcas por un difunto.
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