POR DIEGO LÓPEZ MARINA | ACI Prensa
Imagen referencial / Crédito: Unsplash
A lo largo del 2020, la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) destinó 122.7 millones de euros (cerca de 146 millones de dólares), proveniente de donaciones, para socorrer a los cristianos necesitados en diferentes continentes, principalmente África.
ACN presentó su informe anual el pasado 18 de junio en una conferencia de prensa online, en la que celebraron una recaudación de 16.4 millones de euros más en comparación con el año previo.
Thomas Heine-Geldern, presidente ejecutivo de ACN, recordó que “la pandemia agravó drásticamente las necesidades de aquellos cristianos que, en muchas regiones y de la noche a la mañana, se han quedaron literalmente sin pan y sin salario. Además, los sacerdotes y religiosos no saben cómo llegar a fin de mes”.
“Durante esta crítica situación, sin embargo, los benefactores han seguido siendo fieles a la fundación pontificia. Esta generosidad nos llena de gratitud, pues no era previsible, sobre todo porque la crisis también ha traído muchas incertidumbres y dificultades económicas a nuestros benefactores”, agradeció Heine-Geldern.
ACN informó que el 79% de los fondos gastados en el 2020 se destinaron a 4.758 proyectos de ayuda para la construcción y reconstrucción, formación de laicos, distribución de libros y biblias, ayuda para la subsistencia de religiosos, ayuda para refugiados y emergencia, formación de sacerdotes y religiosos, ofrendas para las Misas, medios de transporte para el servicio pastoral.
También se distribuyó para campañas de información, apoyo a los medios de comunicación e iniciativas de oración.
Cerca del 8% fueron gastos administrativos y el 12.5% a la atención a benefactores y captación de donantes.
Durante la pandemia de COVID-19, ACN financió 401 proyectos de ayuda sanitaria por un importe de más de 6.2 millones de euros. “Así, entre otros, se equipó a religiosos y sacerdotes con material de protección para su ministerio, para que pudieran proseguir con su labor pastoral y se compensaron sus carencias económicas causadas por la COVID-19”, precisó ACN.
La fundación informó que cerca del 32.6% de las donaciones se destinaron a África, 14.2% a Medio Oriente, 18% para Asia, 14.8% para Latinoamérica y 18.1% para Europa Central y Oriental.
“Tan importante como abordar la necesidad material externa es la necesidad de darles voz y rostro a estos cristianos oprimidos y perseguidos. Hacemos esto en ACN International a través de información, oración y ayuda práctica directa. Estamos felices y agradecidos de poder contar con el generoso apoyo de nuestros amigos y benefactores de todo el mundo en este trabajo”, añadió Heine-Geldern.
Fuente:www.aciprensa.com
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