Por: Christine Rousselle
Redacción ACI Prensa
Katie Ledecky. Créditos: Lis í Jákupsstovu (CC BY-NC-ND 2.0)
La nadadora de Estados Unidos, Katie Ledecky, ganó cuatro medallas en los Juegos Olímpicos de Tokio, un orgullo para su alma mater Stone Ridge School of the Sacred Heart y para los colegios católicos.
Ledecky, de 24 años, ganó la medalla de oro en 1500 y 800 metros libre femenino, y plata en 400 metros libre femenino y Relevo 4 x 200 libre, posicionándose como la nadadora más condecorada de todos los tiempos.
La deportista ya había ganado los 800 metros estilo libre en los Juegos Olímpicos de 2012 y 2016.
Ledecky nació en Maryland (Estados Unidos) y es exalumna de Stone Ridge School of the Sacred Heart, una escuela católica para niñas en Bethesda. Junto a ella, en el equipo de los Estados Unidos, también se encuentra otra alumna de Stone Ridge, Phoebe Bacon.
Bacon, de 18 años, compitió en sus primeros Juegos Olímpicos este año y quedó en quinto lugar en los 200 metros espalda.
Los administradores de Stone Ridge señalaron a CNA – agencia en inglés del Grupo ACI - su alegría por las exalumnas que están participando en las olimpiadas.
“Stone Ridge está increíblemente orgulloso de estas atletas, no solo por lo que logran en el deporte de la natación, sino por los valores y carácter que representan”, señaló la directora de la escuela, Catherine Ronan Karrells.
Karrells indicó que la comunidad escolar ha visto a las deportistas entrenar y competir durante años y son una constante inspiración “por su dedicación en lograr las metas en la piscina y al mismo tiempo alcanzar plenamente los logros académicos, comunitarios y espirituales de su educación”.
El coordinador de deportes de la escuela, Andrew Maguire, señaló que Ledecky y Bacon “han llevado sus raíces humildes y basadas en la fe con ellas a esta etapa olímpica y han demostrado que les han sido de mucho bien”.
Además, señaló que, como estudiantes de Stone Ridge, las deportistas “dieron el ejemplo con su pasión por representar (a la escuela) y su increíble impulso competitivo para alcanzar un nivel mucho mayor que el de sus compañeros”.
Maguire indicó que Ledecky y Bacon serán “modelos a seguir para los futuros nadadores de Estados Unidos”, y señaló que no puede esperar para darles la bienvenida a las dos al campus cuando regresen al país.
“Estoy muy orgulloso de ellas por poner sus metas deportivas lo más alto posible y por tener el trabajo y el compromiso para lograr esas metas; ambas nadadoras merecen todos los logros y elogios que alcanzaron y siempre serán Stone Ridge Gators”, agregó.
Ambas deportistas estudiaron en la escuela primaria católica, Little Flower School en Bethesda, Maryland, y junto a sus familias, asisten a la parroquia Church of the Little Flower, que ahora luce un cartel festejando los éxitos de las dos fieles.
El párroco de Church of the Little Flower, Mons. Peter Vaghi, señaló que está “muy orgulloso de estas dos hijas de nuestra parroquia y escuela” y resaltó que la parroquia está orando por ellas y por su estadía en Tokio.
Las Hermanas del Inmaculado Corazón de María, que anteriormente administraban la Escuela Little Flower y residen en el convento de la parroquia, señalaron que se sintieron “particularmente entusiasmadas” cuando las dos nadadoras clasificaron para los Juegos Olímpicos.
En entrevistas anteriores, Ledecky ha señalado cómo su fe católica la ha ayudado a permanecer firme y resaltó que el Ave María es una oración “tranquilizadora” que reza antes de las carreras.
En 2016, la deportista indicó a National Catholic Register que aprecia la “consistencia” del catolicismo y que tiene una devoción particular por María.
“He contado con mi fe para darme fuerza a través del entrenamiento y la competencia, pero también en la escuela, con mi familia y en la vida cotidiana”, señaló.
“Aunque mis metas en la piscina han cambiado, mi fe sigue siendo algo consistente y algo en lo que siempre puedo confiar”, agregó.
Traducido y adaptado por Harumi Suzuki. Publicado originalmente en CNA.
Fuente;www.aciprensa.com
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