Religiosa pide ayuda tras terremoto en Haití: “No cierren el corazón a esta tragedia”

POR BLANCA RUIZ | ACI Prensa

Sor Natalia Martínez, Hija de la Caridad. Crédito: Archidiócesis de Valencia.

Sor Natalia Martínez, tiene 75 años y es misionera de la Congregación de las Hijas de la Caridad. Lleva en Haití desde hace más de 30 años, trabaja en el dispensario de la capital, Puerto Príncipe, en donde ayuda a cientos de familias sin recursos.

Según declaró a la Archidiócesis de Valencia, de la que es originaria, el terremoto que sufrió Haití el pasado 14 de agosto fue “una catástrofe terrible” e hizo un llamamiento a los valencianos para que “no cierren el corazón a esta tragedia”.

Según el último balance oficial divulgado, el terremoto de magnitud 7,2, causó al menos 2.189 muertos y 12.268 heridos, y ha dejado a más de 80.000 personas sin hogar.

Sor Natalia destaca que el terremoto derribó también dos catedrales y dos parroquias, “en una de las cuales se estaban oficiando varios bautizos y ha habido muchos niños muertos con sus familias, ha sido una catástrofe terrible”.


Según precisan desde la web de la Archidiócesis de Valencia, la Congregación de las Hijas de la Caridad tiene previsto enviar ayuda a la zona afectada.

Sin embargo no es sencillo, porque según destacó Sor Natalia, “la carretera que enlaza con la zona más dañada está controlada por bandidos. Las autoridades y los obispos les han suplicado que dejen pasar la ayuda humanitaria y parece que ya están dejando pasar los camiones, pero es una zona muy muy peligrosa”.

Desde su dispensario en Puerto Príncipe, las Hijas de la Caridad alimentan, asisten y atienden cada día a diferentes grupos en necesidad.

Los lunes reciben a casi doscientas mujeres embarazadas; los martes a adultos, los miércoles llevan a cabo vacunación y alimentación de niños malnutridos; los jueves otra vez adultos y el viernes se pasa consulta para madres con sus hijos. Los sábados y domingos las hijas de la caridad siguen disponibles para seguir ayudando.

“Debido a la violencia que se vive en esta zona, los cincuenta ancianos que atendemos habitualmente no pueden venir aquí al dispensario y les estamos llevando la comida a sus casas”, aseguró Sor Natalia.


Su comunidad está compuesta por ella, además de otra religiosa española, una polaca y otra haitiana.

Sor Natalia hizo un llamamiento para que “no se olvide esta tragedia” y destacó que “Valencia siempre ha sido muy generosa, siempre nos han ayudado muchísimo”.

De hecho la religiosa subrayó que ya ha recibido el ofrecimiento de personas que preguntan si necesitamos algo. “Yo les pediría que no cierren el corazón para estas necesidades. Sé que Valencia es muy generosa”, destacó.


Fuente:www.aciprensa.com

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