POR HARUMI SUZUKI | ACI Prensa
La Basílica de la Natividad de Belén, donde según la tradición se encuentra el lugar en el que nació Jesús, luce restaurada luego de ocho años de un arduo programa de renovación para contrarrestar los daños causados por el agua.
La basílica es un punto importante de turistas y peregrinos que llegan de todo el mundo, pero que estaba dañado por el agua de las lluvias que golpean la iglesia cada invierno.
Los trabajos de restauración, que ya están en su fase final, se centraron en limpiar y restaurar antiguos mosaicos, frescos y columnas, mientras se lograba arreglar el techo para detener la afluencia de agua.
Según señala AFP, “la basílica fue construida alrededor del año 330 d.c.” y es el “hogar de las iglesias ortodoxa oriental, ortodoxa armenia y católica romana”.
“La iglesia no ha sido objeto de ningún trabajo de renovación durante más de 500 años y se agregó a la lista de la UNESCO de sitios del Patrimonio Mundial en Peligro en 2012, aunque luego se eliminó de la lista en 2019”, agregó.
El presidente del Comité Presidencial Palestino para la Restauración de la Basílica de la Natividad, Ziad al-Bandak, dijo que “hubo problemas continuamente como resultado del agua de lluvia que corría por las paredes de la iglesia”, que llegó a afectar la estructura, mosaicos, frescos y el piso.
“Hubo mucho trabajo por estos factores climáticos”, señaló.
Al-Bandak indicó que el trabajo de renovación costó alrededor de 15 millones de dólares y todavía se necesitan 1,69 millones de dólares aproximadamente para completar la restauración de la pared sur de la basílica y los mosaicos.
Afirmó que las donaciones de grupos religiosos fueron las que pagaron la mayor parte del trabajo de renovación en los últimos ocho años.
La turista alemana y una de las pocas extranjeras que visitaron la basílica este martes 16, Katarina Palmberger, indicó que las renovaciones “están muy bien hechas y los mosaicos especialmente han vuelto a la vida”.
“Los frescos y las columnas son realmente hermosos ahora”, agregó.
La basílica tuvo que cerrar sus puertas debido a las medidas tomadas por Israel para afrontar la pandemia de COVID-19, que provocaron una disminución en el turismo. afectando a gran parte de las familias locales.
El responsable de los proyectos de la ONG Pro Terra Sancta en Belén, Vincenzo Bellomo, indicó en 2020 que “al menos el 80% de las familias viven del turismo”.
Luego de un año de pausa, Israel volvió a abrir sus puertas a inicios de noviembre de 2020, sin embargo, la afluencia de turistas no ha alcanzado todavía el nivel previo a la emergencia sanitaria provocada por el coronavirus.
Al-Bandak recordó que durante el período de otoño y Navidad la basílica solía estar llena de personas que deseaban realizar visitas guiadas, pero actualmente han llegado muy pocos turistas.
La restauración sin duda “ayudará a la llegada de un mayor número de turistas y peregrinos a Palestina”, agregó
Fuente:www.aciprensa.com
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