“No podemos desentendernos de los pobres”, afirma Obispo ante celebración de Jornada Mundial

POR BLANCA RUIZ | ACI Prensa

Mons. Demetrio Fernández, Obispo de Córdoba (España) destacó en su carta semanal la Jornada Mundial de los Pobres que la Iglesia celebra el próximo domingo 14 de noviembre y que se celebró por primera vez al concluir el Año de la Misericordia, en 2016.

El Prelado destacó que esta celebración pretende “ayudarnos a todos a colocar en el centro de la vida de la Iglesia a los pobres, como objeto de la misericordia divina y la prolongación de este amor para aquellos que sufren las consecuencias del pecado en todas sus secuelas: injusticias, maltratos, abusos, descartes, explotación, exclusión, etc”.

“Al entrar Jesucristo en este mundo, se ha puesto al lado de las víctimas, de los que no cuentan, de los que sufren la injusticia. Y ha cambiado de sentido la historia humana. Potentísima palanca que tiene en los pobres su fuerte punto de apoyo”, aseguró.

El lema de este año es “A los pobres los tenéis siempre con vosotros” que son palabras de Jesús en casa de María de Betania, la hermana de Lázaro, cuando Judas consideraba un derroche aquel gasto de perfume en su honor por parte de aquella mujer.

En ese sentido, Mons. Fernández aseguró que “la cuestión de los pobres no es cuestión de dinero o de recursos económicos, sino una cuestión de amor” y destacó que “Judas prefería que ese dinero se empleara para los pobres, aunque a él no le importaban los pobres y como tenía la bolsa se llevaba de lo que iban echando. Aquella mujer hizo lo que debía y gastó con Jesús el mejor de los perfumes”.

El Obispo de Córdoba explica en su carta semanal que esta afirmación de Jesús “indica que los pobres estarán con nosotros hasta el final, no podemos desentendernos de ellos. Están a nuestro lado para recordarnos continuamente la misión de compartir con ellos”.

Además, Mons. Fernández subrayó que “uno de los fundamentos de la Iglesia son los pobres, junto a la Eucaristía y a los obispos como sucesores de los apóstoles. Este es el trípode de la vida de la Iglesia: los obispos como garantes de la sucesión apostólica y guardianes de la fe y de la caridad en la comunidad, la Eucaristía como prolongación de Cristo vivo sacramentalmente hasta el final de los tiempos. Y los pobres, que los tendremos siempre con nosotros. Porque pobres es aquel que necesita para vivir, el que no tiene la suficiencia de recursos para su mantenimiento material, espiritual, afectivo, etc”.

“Todos de alguna manera somos pobres, carecemos de algo necesario para sobrevivir. Pues este título de privados nos hace pertenecer a la Iglesia donde se nos entregan los dones de la salvación. Todas esas pobrezas son ocasión para confiar en Dios y ayudarnos unos a otros”, aseguró.

Por eso animó a salir al encuentro de los pobres “allí donde estén”, también a los que carecen de Dios, “la mayor de las pobrezas, para llevarles el testimonio de Dios y los dones de la Casa de Dios. Los que no tienen para vivir y viven de la confianza en Dios y de los que quieran ayudarles. Los que viven sin amor por las vueltas que da la vida, entre ellos los esposos que no se aman y sufren el fuerte desamor que los destruye, o los padres que son olvidados por sus hijos y los hijos olvidados por sus padres. Los que han sido despojados de su dignidad por el desprecio, la injusticia y el abuso de los demás”.

Y manifestó su deseo de que esta Jornada Mundial de los Pobres “sea una ocasión para aceptar nuestra realidad y abrir los ojos a las necesidades de los demás. Los pobres están siempre con nosotros y son un estímulo permanente para salir de nuestros egoísmos y abrir nuestro corazón a sus necesidades.

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Fuente:www.aciprensa.com

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