POR GISELLE VARGAS | ACI Prensa
Mons. Francisco Valdés Subercaseaux. Crédito: Diócesis de Osorno.
En la ciudad de Osorno (Chile) se bendijo un memorial en honor al primer Obispo de Osorno, Mons. Francisco Valdés Subercaseaux, para recordar los 40 años de su fallecimiento y su rol de promotor de la paz entre Chile y Argentina.
Las autoridades locales, provinciales y de la Diócesis de Osorno se reunieron el 4 de enero en la explanada de la Catedral San Mateo Apóstol para develar la escultura de tamaño natural realizada por Francisco Torres Rojas en honor a Mons. Valdés.
La obra hecha en bronce fue impulsada por el municipio de Osorno y tiene como objetivo recordar la labor pastoral, social y misionera que Mons. Valdés legó a la comunidad.
Luego, el Obispo de Osorno, Mons. Jorge Concha Cayuqueo, presidió la Eucaristía en memoria del primer Obispo y destacó su figura que evitó la guerra por el Canal Beagle entre Chile y Argentina.
Desde que comenzó la disputa diplomática en 1978, Mons. Valdés colaboró para que primara la paz hasta antes de morir en 1982.
Para evitar un conflicto entre ambos países se solicitó la mediación del Vaticano, liderado entonces por San Juan Pablo II.
Luego de varios años de conversaciones y aclaraciones respecto a la soberanía de las islas, ambos países firmaron el “Tratado de Paz y Amistad” el 29 de noviembre de 1984, acto que se conmemora en una de las obras realizadas por el primer Obispo de Osorno y que se llama Cristo del Tromen, ubicado en el paso fronterizo sureño Mamuil Malal.
Mons. Concha Cayuqueo recordó que Mons. Valdés “en su lecho de enfermo y antes de morir ofrecía sus dolores por esta causa de paz. Su aporte fue importantísimo para superar la crisis mediante la mediación papal”.
Ese ejemplo “nos enseña a hacer nuestra parte, en nuestro tiempo, con sus complejidades y sus desafíos”, agregó Mons. Concha Cayuqueo.
Asimismo, el Obispo destacó que “la obra de Monseñor Valdés habla de su docilidad a la acción de Jesucristo en su vida y misión y habla de su sensibilidad frente a la realidad. Gustoso se dejó enseñar por las palabras del Maestro y Señor en su exigente escuela franciscana capuchina”.
“La profundidad de su amor por Jesús y el Evangelio” lo ayudó a tener una “sensibilidad” que le ayudó a captar “los dolores, las angustias y las necesidades de la gente de su tiempo”, afirmó Mons. Concha Cayuqueo.
En ese sentido, “la compasión de Jesús le enseñó a cultivar en su vida y misión un amor vivo y solícito por los más pobres, por los campesinos, por los mapuches, por los niños y también un amor creativo por su iglesia diocesana”.
“Damos gracias a Dios por nuestro primer Obispo, por su servicio, por su ejemplo de vida cristiana, por sus obras, todo lo que da cuenta de su entrega total al Señor Jesús quien lo llamó a ser su servidor”, finalizó el Obispo de Osorno.
Tras la comunión, el Obispo, sacerdotes y familiares presentes se dirigieron a la cripta donde descansan los restos de Mons. Valdés Subercaseaux para hacer una oración y presentar un arreglo floral e insignias episcopales.
Asimismo, el Obispo agradeció a los presentes y alentó a rezar por la causa de beatificación de Mons. Francisco Valdés Subercaseaux.
Vida y legado de Mons. Valdés Subercaseaux
Mons. Francisco Valdés Subercaseaux fue conocido como el Padre Pancho. Nació en Santiago de Chile el 23 de septiembre de 1908.
Luego de culminar sus estudios y obtener su bachillerato, viajó a Roma para visitar a sus abuelos. Ahí sintió el llamado de Dios y entró en el Seminario Pío Latinoamericano.
Fue doctor en Filosofía por la Pontificia Universidad Gregoriana en 1929. Al año siguiente, motivado por la espiritualidad de San Francisco de Asís, ingresó a la orden de los Hermanos Menores Capuchinos en Baviera y recibió el nombre de Fray Francisco José de San Miguel. Así, el 27 de enero de 1931 se convirtió en el primer capuchino chileno. Fue ordenado sacerdote en Venecia el 17 de marzo de 1934.
En 1935 regresó a Chile para servir como misionero en el Vicariato Apostólico de la Araucanía (actual Diócesis de Villarrica). Fue párroco y misionero en Pucón entre 1943 y 1956.
A fines de 1955 el Papa Pío XII creó la Diócesis de Osorno y nombró a fray Francisco como su obispo.
Además de su labor pastoral, construyó capillas, iglesias y un hospital. Al interior de muchas se pueden encontrar pinturas y esculturas que brotaron de sus manos y de su profundo amor a Dios.
En 1998 se inició el proceso de beatificación y el 7 de noviembre de 2014 fue declarado Venerable por el Papa Francisco.
Etiquetas: Chile, San Juan Pablo II, Pablo VI, Paz, Mons. Francisco Valdés Subercaseaux, Obispo de Osorno, acuerdo de paz, Argentina-Chile, fallecimiento, Aniversario, mediación
Fuente:www.aciprensa.com
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