Cardenal jesuita admite grave riesgo de cisma si se aprueban viri probati y diaconisas

Redacción ACI Prensa

Cardenal Jean-Claude Hollerich. Crédito: Daniel Ibáñez / ACI Prensa.

Un cardenal jesuita que tendrá un rol central en el Sínodo de la Sinodalidad de 2023 dijo que las reformas en la Iglesia Católica requieren “una base estable”, y advirtió que de aprobarse las diaconisas y los viri probati, la ordenación sacerdotal de hombres casados maduros, “el peligro de cisma sería grande”.

En una entrevista difundida para la edición de febrero de la revista alemana Herder Korrespondenz, el Cardenal Jean-Claude Hollerich, Arzobispo de Luxemburgo, fue consultado sobre si podría contemplar la introducción de diaconisas, según informó CNA Deutsch, agencia en alemán del Grupo ACI.

El Purpurado, de 63 años, respondió que “yo no tendría nada contra eso. Pero las reformas necesitan una base estable. Si el Papa fuera a simplemente permitir ahora a los viri probati y a las diaconisas, el riesgo de cisma sería grande”.

“Después de todo, no es solo la situación alemana, donde quizás solo una pequeña parte se apartaría. En África o en países como Francia, muchos obispos posiblemente no estarían de acuerdo”, dijo.

En julio del año pasado, el Papa Francisco nombró al Cardenal Hollerich relator general de la XVI Asamblea general ordinaria del Sínodo de los Obispos, que se realizará en el Vaticano en octubre de 2023.

El evento, conocido comúnmente como el Sínodo de la Sinodalidad, ha sido descrito como el evento más importante para la Iglesia desde el Concilio Vaticano II, que tuvo lugar entre 1962 y 1965.

El Cardenal Hollerich le dijo a Herder Korrespondenz en la reciente entrevista que el Papa Francisco era malentendido.

“El Papa no tiene nada en contra de los conservadores si aprenden de la vida. De la misma manera, no tiene nada en contra de los reformadores si tienen en cuenta a toda la Iglesia. Y al Papa no le gustan las luchas internas en la Iglesia”, señaló.

“A veces tengo la impresión de que los obispos alemanes no entienden al Papa. El Papa no es liberal, él es radical. De la radicalidad del Evangelio viene el cambio”, añadió.

El Purpurado, que también es presidente de la Comisión de las Conferencias de Obispos de la Unión Europea (COMECE), señaló que una reforma estructural es necesaria, pero dijo que se requiere consenso.

El Cardenal también se refirió a la Misa tradicional en latín, y dijo que tiene un texto “muy bello”. El Purpurado explicó que él a veces usaba el latín cuando celebraba la Misa en su capilla privada, pero tenía reservas sobre hacerlo en una parroquia.

“Sé que la gente ahí no entiende el latín y no puedo hacer nada con él”, señaló.

“Pero se me ha pedido hacer un servicio en latín en Amberes (Bélgica), en el rito actual. Haré eso, pero no celebraría en el antiguo rito”.

El Purpurado indicó que como cardenal se esperaría que use una cappa magna (“gran capa”), una vestidura con una cola larga.

“Ciertamente me caería porque no estoy acostumbrado a caminar con una cola tan larga”, dijo.

“Y, sobre todo, estaría avergonzado mortalmente. ¿Qué diría Cristo? ¿Es así como me imaginas siguiéndolo? ¿Para deslizarme envuelto en púrpura? 'He dicho que el que me ama debe tomar su cruz... y seguirme, no tomar su cola púrpura”, expresó.

Para el Cardenal, al vestirse así “tendría la impresión de que estaría traicionando a Cristo. Eso no quiere decir que otras personas no puedan hacerlo en el buen sentido. Pero yo no puedo”, dijo.

Traducido y adaptado por David Ramos. Publicado originalmente en CNA.


Fuente:www.aciprensa.com

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