POR GISELLE VARGAS | ACI Prensa
Imagen referencial. Créito: Pixabay (Dominio público)
“La adicción ¡Es un grito! Clama con angustia, clama pidiendo ayuda, la drogodependencia se ha ido extendiendo, profundizando y complejizando”, lamentaron los obispos de la Región Pastoral de Buenos Aires (Argentina).
La noche del miércoles 2 comenzaron a reportarse la muerte de personas intoxicadas con drogas. Todas consumieron cocaína adulterada que habría sido adquirida en villas de emergencia en la provincia de Buenos Aires.
Hasta la fecha van 23 fallecidos y más de 40 personas han sido hospitalizadas por el mismo motivo.
En las declaraciones las personas coincidieron en que consumieron drogas durante una reunión.
La investigación policial indica que la droga fue adulterada con fentilicio, un opiáceo más potente que la heroína; y se indaga si la manipulación fue un error de quienes la distribuyeron o fue un ajuste de cuentas entre bandas de narcotraficantes.
En un comunicado este 4 de febrero, los obispos manifestaron su profunda conmoción ante lo sucedido.
“No podemos permitirnos pasar por alto esta tragedia y tantas otras que transcurren todos los días. Hay que hacer memoria y aprender juntos a convivir con este dolor, allí donde hay heridas, que no van a cerrar nunca”, expresaron.
“Es imprescindible asumir y hacer propio el dolor. Siendo esta cuestión algo impostergable, es necesario cuanto antes una Ley de Emergencia en Adicciones”, señalaron los obispos.
Al recordar el mensaje del Papa Francisco para la 56º Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2022, los obispos de la Región de Buenos Aires manifestaron que se puede “escuchar o también nos podemos hacer los sordos. Podemos oír tantas noticias en torno a este gravísimo hecho, así llamado ‘caso de la droga adulterada’, como si existiera una ‘droga legítima’”.
“Muchos alzan sus opiniones diciendo que se legalice la droga. Escuchando a tantos pibes y pibas de nuestros barrios, lo que comenzó como un pasatiempo, una probada, termina siendo un espiral de violencia, abandono escolar, situación de calle, muerte. La despenalización del consumo, la legalización de las sustancias, solo traerá más consumo y marginalidad. Seguramente se instalará en la sociedad que las drogas legales no hacen daño: las drogas matan siempre”, recordaron.
Los obispos dijeron que cuanto esta noticia pase y vengan otras “nos desconectamos y naturalizamos todo tipo de violencia, nada ya nos llama la atención”, así como la falta de servicios básicos, de alimentos, vivienda digan o salud, los abuelos abandonados, la trata de personas y “tantas otras injusticas con las que nos enfrentamos a diario”.
En ese sentido, exhortaron a toda la sociedad a “trabajar juntos fuertemente en la prevención de las adicciones”.
“Necesitamos ser una comunidad que asuma el dolor y sane las heridas de los otros” a través del “método de las 3 C”, es decir “abriendo más espacios de Capillas, Clubes y Colegios, dándole lugar al que no lo tiene, apoyando la Obra de los Hogares de Cristo: centros donde se recibe la vida como viene, generando un espacio comunitario para la contención, sanación y reinserción social”, precisaron.
También pidieron a las autoridades “que se ocupen de ir detrás de los mecanismos de corrupción en todos sus niveles, que alimentan este circuito del narcotráfico, que destruyen tantos barrios, comunidades, familias, hermanos”.
“Alentamos también la creación de mayores espacios de contención e internación, para que las familias más pobres puedan llevar a sus familiares adictos”.
“Lloremos juntos… ¡Y salgamos juntos de la droga! Confiemos en que la Virgen María, desde Luján nos cuida a todos”, concluyeron los obispos de la Región Pastoral de Buenos Aires.
Fuente:www.aciprensa.com
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