Vaticano expulsa a exvicario arquidiocesano por malos manejos

Redacción ACI Prensa

Imagen referencial. Crédito: James en Unsplash.

El Arzobispado de Puerto Montt (Chile) informó que la Santa Sede determinó la dimisión del estado clerical del exvicario general, P. Tulio Soto Manquemilla, por conductas que tienen que ver con la gestión administrativa eclesial.

Soto Manquemilla fue vicario general de la Arquidiócesis de Puerto Montt durante el gobierno pastoral de Mons. Cristián Caro.

Tras el destape de los abusos sexuales en Chile en 2018, los obispos pusieron sus cargos a disposición del Papa Francisco y una de las primeras renuncias que aceptó fue la de Mons. Caro, el 11 de junio de 2018.

Fray Ricardo Morales asumió como Administrador Apostólico y una de las primeras tareas que hizo fue gestionar una auditoría externa.

La investigación contra Soto surgió cuando fray Morales recibió una denuncia contra el exvicario por apropiación indebida de dineros del Arzobispado. Fue el 21 de noviembre de 2018 cuando el Administrador Apostólico interpuso la denuncia ante la Fiscalía Regional de los Lagos.

Según radio Cooperativa, Soto, junto al ex vicario ecónomo, P. Dario Nicolás, están acusados de “realizar autocontratos para justificar sueldos extras, transferir vehículos del Arzobispado sin permiso, actuar como prestamistas y sacar de forma irregular psicotrópicos” de un centro de salud.

Luego de dos años, con Mons. Fernando Ramos a la cabeza del Arzobispado, se informó del término del proceso penal administrativo “contra el P. Tulio Soto Manquemilla por conductas, consideradas delitos canónicos, reñidas con el ministerio sacerdotal, especialmente en la gestión administrativa en la Arquidiócesis de Puerto Montt”, precisó el comunicado del 2 de febrero.

Asimismo, precisó que los antecedentes del caso están en posesión del Ministerio Público, “quien evalúa las eventuales responsabilidades penales que pudieran existir, de acuerdo con la legislación chilena”.

El Arzobispado de Puerto Montt “expresa su compromiso en seguir trabajando en base a los estándares y valores de la Iglesia, y a seguir colaborando, con una mirada autocrítica, en aquellos casos en que se han trasgredido estos estándares y valores, afectando así la vida de los fieles y de nuestras comunidades".


Fuente:www.aciprensa.com

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