Juez del Vaticano: Cardenal Becciu no está sujeto a secreto pontificio en juicio financiero

Redacción ACI Prensa

Cardenal Angelo Becciu. Crédito: ACI Prensa

El Cardenal Angelo Becciu puede testificar contra otra acusada en el juicio financiero del Vaticano, la autodenominada “consultora de seguridad” Cecilia Marogna, según dictaminó un juez este miércoles.

El juez principal del Vaticano dijo este 30 de marzo que el Papa Francisco ha dispensado al Purpurado de la obligación del secreto pontificio, una regla de confidencialidad que protege información delicada sobre el gobierno de la Iglesia universal.

El decreto de Giuseppe Pignatone sobre el secreto pontificio se emitió durante una audiencia en el juicio financiero que comenzó el año pasado.

El Vaticano realiza un histórico juicio con 10 acusados ​​de malversación financiera, en su mayoría en relación con una propiedad en Londres, comprada como una inversión prevista por la Secretaría de Estado.

La audiencia de este miércoles consistió en un interrogatorio de más de cuatro horas a Mons. Mauro Carlino, exfuncionario de la Secretaría de Estado acusado de extorsión y abuso de poder, que se desempeñó como secretario personal del Cardenal Becciu y luego de Mons. Edgar Peña Parra, sustituto de la Secretaría de Estado.

El Cardenal Becciu había invocado el secreto pontificio sobre sus tratos con Marogna, una italiana de 40 años acusada de malversación de más de 500 mil euros (unos 600 mil dólares) que recibió de la Secretaría de Estado a través de una empresa suya registrada en Eslovenia en 2018 y 2019.

Marogna dijo que trabajó para la Secretaría de Estado como consultora y estratega de seguridad, bajo la autoridad del Cardenal Becciu.

En su testimonio, Mons. Carlino hizo numerosas referencias a Dios y a su sacerdocio, contando incluso la historia de su vocación como sacerdote católico.

Hizo hincapié en la promesa de obediencia que le había hecho a su obispo el día de su ordenación y dijo que siempre había seguido las órdenes de sus superiores durante sus años de servicio en el Vaticano.

Mons. Carlino testificó que Mons. Peña Parra le había pedido que se involucrara, como su intermediario de confianza, para terminar las negociaciones de la Secretaría de Estado respecto a la propiedad de Londres.

El edificio en el 60 Sloane Avenue, en Londres, se compró en etapas desde 2014 hasta 2018. Pero Gianluigi Torzi, el hombre que negoció la última parte del trato, vendió a la Secretaría las 30 mil acciones mayoritarias en la sociedad a través de la cual se vendió la propiedad de Londres; conservando mil acciones con derecho a voto.

Según Mons. Carlino, el Papa Francisco esperaba que la Secretaría de Estado asumiera el control del inmueble y cerrara la negociación con Torzi con la menor suma posible.

El sacerdote dijo que Mons. Peña Parra le pidió su ayuda, en obediencia y confidencialidad, para resolver el “grave error” de las mil acciones con derecho a voto.

Mons. Carlino señaló con el dedo a Mons. Alberto Perlasca, que también trabajaba en la Secretaría de Estado en ese momento, y que no ha sido acusado luego de convertirse en un testigo clave en el caso.

Mons. Perlasca fue el jefe de la oficina administrativa y el funcionario que firmó los documentos de autorización que llevaron a la asignación de las acciones con derecho a voto a Torzi.

El interrogatorio a Mons. Carlino continuará en la próxima audiencia, prevista para el 5 de abril.

Traducido y adaptado por Walter Sánchez Silva. Publicada originalmente en CNA


Fuente:www.aciprensa.com

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