POR DIEGO LÓPEZ MARINA | ACI Prensa
Religiosas de la Congregación de las Hermanas de la Santísima Familia de Nazaret, Ucrania (febrero de 2022) |Crédito: Archivo privado
La hermana Franciszka Tumanevych, de la Congregación de las Hermanas de la Santísima Familia de Nazaret, narra cómo a través de la oración y el trabajo las religiosas católicas ayudan a la población amenazada por el ataque de las fuerzas militares de Rusia.
Las tensiones entre Ucrania y Rusia han escalado desde marzo de 2021. El 21 de febrero, Vladimir Putin reconoció oficialmente a dos regiones de Ucrania, Donetsk y Lugansk, como estados independientes, y desplegó tropas rusas para asegurar su separación del país. Tres días después, Rusia comenzó a invadir Ucrania.
“El primer día fue el más difícil, fue un choque, cundió el pánico, la gente hacía cola para conseguir comida, medicinas, gasolina; pero todo se calmó por la tarde. Luego, al día siguiente, nos dimos cuenta de que teníamos que aprender a vivir en condiciones de guerra, y nos pusimos a trabajar concretamente. Porque, si te quedas sin hacer nada, es terrible. Ahora, seguimos rezando”, contó la hermana Tumanevych a ACI Prensa.
La Hna. Franciszka sirve, junto a otras tres religiosas, en el convento de Zhytomyr, una ciudad en el norte de la mitad occidental de Ucrania. Como el resto de los ciudadanos del país, han vivido bajo la amenaza de la guerra durante ocho años.
Cuando Rusia invadió Ucrania, se vieron en la necesidad de realizar tareas precisas. La oficina de Cáritas-Spes (Cáritas en Ucrania) en la que trabajan las Hermanas de la Santísima Familia de Nazaret está actualmente cerrada, por lo que pasan los días preparando alimentos para los defensores civiles de la ciudad.
En Kiev, donde trabajan otras siete hermanas de su Congregación, están atendiendo a los civiles que han abandonado sus viviendas a causa de los bombardeos rusos, y se han refugiado en el sótano de una iglesia. Un centenar de personas se alojan allí actualmente.
“Las hermanas están con la gente todo el tiempo; rezan todo el día, y una de las hermanas del convento de Kiev ha perdido la voz porque rezan constantemente”, contó la Hna. Franciszka. Sus compañeras también ayudan en lo que pueden.
La religiosa cuenta que las tiendas de la ciudad están cerradas, pero se las arreglan para comprar edredones, mantas, platos desechables; y además proporcionan comida y ayuda. Se teme que se acabe la comida, pero tienen información de que un autobús de Cáritas Polonia traerá alimentos próximamente.
La Hna. Franciszka habla de la gran solidaridad entre la gente. Llaman, preguntan qué pueden hacer y ofrecen ayuda concreta, por ejemplo, organizando el transporte.
Las Hermanas de la Santísima Familia de Nazaret ayudan, pero son conscientes de que su mayor ayuda es la oración. Por ello rezan el Rosario sin cesar, y los laicos rezan con ellas.
El 16 de febrero, día de oración y ayuno por la paz en Ucrania, la comunidad de Zhytomyr se conectó con veinticinco familias a través de la plataforma Zoom. Y al terminar, se propuso rezar todas las noches.
“Ahora cada vez más gente se une al Rosario; ayer ya había setenta y dos familias, así como nuestras hermanas de América, Italia y Gran Bretaña. De Polonia, de Kalisz, Cracovia y Lublin. Y al final del Rosario, decimos que ya podemos irnos a dormir porque las hermanas de América se encargan de la tarea”, sostuvo la Hna. Franciszka.
La Hna. Franciszka dice que en muchas parroquias hay adoración eucarística durante todo el día, y los sacerdotes confiesan desde la mañana hasta la noche. Rezan especialmente por la conversión de Vladimir Putin, presidente ruso que nació el 7 de octubre, fiesta de la Virgen del Rosario.
Además, las hermanas están constantemente en contacto con las familias, hablando con ellas y animándolas.
Todas las casas de la Congregación de Nazaret siguen funcionando, menos una. Debido a las hostilidades, dos de las hermanas de la comunidad de Kherson tuvieron que abandonar su convento y están de camino a Polonia.
“Yo me quedo. Este es mi país y lo defenderé. Con el Rosario y los alimentos, y todo lo que se pueda hacer en estas condiciones”, dijo la Hna. Franciszka.
La Hna. Franciszka Tumanevych nació hace 42 años en Zhytomyr. Se licenció en psicología, se doctoró en derecho canónico y trabaja en el Tribunal Episcopal. Organiza encuentros para familias y colabora con Cáritas-Spes.
Actualmente, las Hermanas de la Sagrada Familia de Nazaret tienen seis casas en Ucrania.
Antes de la Segunda Guerra Mundial, en el territorio de la Segunda República Polaca, ellas trabajaban en Lvov, Stryj y Rivne. Tras la caída de la Unión Soviética, establecieron nuevas fundaciones en Ucrania. Según el carisma de la fundadora, Franciszka Siedliska, se dedican a la educación y al trabajo con las familias.
Con una población de unos 42 millones de habitantes, Ucrania es predominantemente ortodoxa. Los católicos de ambos ritos –griego y latino– suman alrededor del 8% de la población. Hay unos 600 sacerdotes, la mitad de los cuales son extranjeros.
Fuente:www.aciprensa.com
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