POR ALMUDENA MARTÍNEZ-BORDIÚ | ACI Prensa
Cáritas de Polonia ayuda a refugiados en la frontera. Foto: Cáritas Polonia
El visitador apostólico de la Iglesia greco-católica ucraniana en Italia, Mons. Dionisio Lachovicz, habló con ACI Prensa acerca del conflicto en Ucrania y recordó que creer en “la resurrección”, tras el sufrimiento y la muerte, es propio de las comunidades “verdaderamente cristianas”, en las que nunca se pierde la esperanza.
Este jueves 3 de marzo se cumple una semana desde que la guerra estalló en Ucrania. Los soldados rusos, bajo las órdenes de Vladimir Putin, invadieron este país, hacia donde el mundo entero ha dirigido su mirada, preocupación y, sobre todo, sus oraciones.
Ayer se celebró, en el Miércoles de Ceniza, la jornada de ayuno y oración por la paz en Ucrania a petición del Papa Francisco, que desde que comenzaron las amenazas y advertencias del presidente ruso ha mostrado su oposición total a la guerra e incluso aseguró “hacer todo lo que pueda” para el fin del conflicto.
Resucitar más vivos que antes
Mons. Paulo Dionisio Lachovicz lamentó la situación que sufren los ucranianos y alentó a la esperanza, porque “después del camino a la cruz, viene la resurrección”.
“Rezamos para que no estalle la guerra. Pero, ¡la guerra ha estallado! En realidad, creemos que después del ‘camino de la cruz’ viene la resurrección. Esto sucede en la vida personal, incluso aquí en la vida terrenal. Muchas veces nos matan moral o psicológicamente. Los que querían hacer el mal desaparecen como la niebla en el sol, mientras que los que parecían haber sido ‘matados’ vuelven a la vida incluso más vivos que antes”, explicó.
A continuación, señaló que creer en “la resurrección” tras el sufrimiento y la muerte, es propio de las comunidades “verdaderamente cristianas”, en las que nunca se pierde la esperanza: “Los greco-católicos ucranianos vivieron durante cuarenta años en las catacumbas y en los campos de Siberia. Han resucitado y están más vivos que antes”.
“Debemos rezar siempre como lo hizo Cristo, siguiendo el ejemplo de los santos, para resistir la tentación de abandonar el camino. No debemos tener miedo de caminar hacia ‘Jerusalén’ para llevar la cruz, y morir en ella, ser enterrados y luego esperar la resurrección”, aseguró el Obispo.
Se salvarán si se convierten al Amor
Son numerosas las imágenes difundidas de los ataques rusos en Ucrania. También hay algunas en las que se ven soldados rusos lamentar la tarea que se les ha encomendado.
Respecto al perdón y la salvación de estos soldados, Mons. Dionisio Lachovicz recordó que “Cristo trajo la salvación para toda la humanidad. Murió por todos, sin excepción. Sin embargo, dejó este mandato de permanecer en su amor y amarse unos a otros (cf. Jn 15,4.17)”.
“Todos los que han amado y han hecho el bien, oirán en el juicio final: ‘Venid, benditos de mi Padre, recibid vuestra herencia del reino celestial’. Aquellos que no han hecho el bien, sino que han hecho el mal, y lo que es más, han matado a personas inocentes, oirán: ‘Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno...’(Mt 25,34; 25,41)”, explicó.
“¿Cómo pueden formar parte del reino celestial aquellos que han hecho el mal, que han matado a inocentes? Esto lo dice la lógica del Amor... serán condenados según el Amor. No se han preparado para el Amor, por lo que dirán que el Reino de Dios no es para ellos. Han preferido el reino del odio, de la muerte. Sin duda, podrán salvarse sólo si se convierten al Amor”, añadió.
Vladimir Putin
“¿Quién puede decir lo que realmente piensa Putin?”, se preguntó el obispo, que a continuación explicó que el presidente ruso “escribió un largo artículo diciendo que quiere reconstruir el imperio soviético, porque según él la mayor catástrofe geopolítica del siglo XX fue el colapso de la Unión Soviética”.
“Algunos analistas piensan que tiene miedo del mundo libre, de que sea una amenaza para su permanencia en el poder. Una Ucrania libre y democrática sería un peligro para su permanencia en el poder. Lamentamos que algunos lo vean también como un gran defensor de la ortodoxia, similar a Constantino el Grande”, concluyó.
El mensaje de la Virgen de Fátima
En este sentido, el obispo residente en Roma aseguró que el mensaje de la Virgen a los pastorcitos de Fátima para la conversión de Rusia “es muy actual en este momento de la historia”.
“La conversión es para todos, es decir, abandonar el egoísmo personal y social para volcarse en el altruismo, en el compartir, en la participación, en el servicio a los demás, en las obras por el bien de la humanidad y, sobre todo, en la escucha de Dios, y no de las fuerzas destructivas o de la cultura de la muerte”, subrayó.
Siempre hay esperanza
El visitador apostólico de la Iglesia greco-católica ucraniana explicó a ACI Prensa que los ucranianos que se encuentran en Italia sienten una gran preocupación por sus seres queridos que están en primera línea de guerra.
“En Italia, según las últimas estadísticas, hay 183.053 mujeres ucranianas. La mayoría de ellas dejaron a sus hijos en Ucrania y se fueron a Italia para ganar algo de dinero para mantener a sus familias. Puedes entender la angustia y el llanto de estas mujeres”, lamentó.
El Obispo también señaló que los ucranianos con los que mantiene el contacto sienten un gran temor y aseguró que varios millones de refugiados llegarán a Europa.
“Pero siempre hay esperanza -continuó Mons. Lachovicz-, Charles Peguy decía que la esperanza es una ‘pequeña niña que arrastra todo, porque la fe no ve lo que es y ve lo que será’. La pequeña niña nos dice que habrá paz en Ucrania, aunque con mucho derramamiento de sangre”.
Los prodigios del Señor
ACI Prensa también habló con un abogado ucraniano que lleva seis años viviendo en Roma acerca de la situación de su país natal, donde se encuentran sus familiares, entre ellos su madre, que asegura “estar tranquila”.
“No creía que era posible. Ni yo ni los ucranianos que conozco aquí creímos que esto fuera a pasar, pero nuestro cálculo no fue correcto. Es una guerra transversal y una guerra a gran escala que avanza por tierra, mar y aire”, lamentó.
Asimismo, aseguró estar convencido de que “hay más que una esperanza. No podemos olvidarnos de los prodigios del Señor”, concluyó.
Fuente:www.aciprensa.com
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