POR ALMUDENA MARTÍNEZ-BORDIÚ | ACI Prensa
Guardia Suiza del Vaticano. Crédito: Daniel Ibáñez/ACI Prensa
El próximo 6 de mayo tendrá lugar en el Vaticano el juramento de lealtad al Papa Francisco y a la Iglesia Católica de 36 nuevos guardias suizos.
Después de que este tradicional juramento se hiciera de manera privada durante dos años consecutivos debido a la pandemia, este año los soldados lo harán de forma pública.
La ceremonia tendrá lugar a las 5:00 p.m. (hora local) en el Claustro de San Dámaso del Vaticano el día en que se conmemora la muerte de 189 soldados suizos en defensa del Papa Clemente VII durante el Saqueo de Roma de 1527.
Cabe destacar que gracias a los guardias suizos, el Papa Clemente VII pudo salir del Vaticano a través del Passetto di Borgo para llegar al Castillo Sant’Angelo.
En memoria de ese día, los guardias juran defender al Santo Padre hasta dar su propia vida.
Este juramento se realiza sobre la bandera del Cuerpo de la Guardia Suiza Pontificia y en presencia del representante del Papa, Mons. Edgar Pena Parra.
“Juro servir fielmente, lealmente y honrosamente al Pontífice reinante y a sus legítimos sucesores, dedicarme a ellos con todas las fuerzas sacrificando, si es necesario, mi vida en su defensa. Asumo los mismos deberes para el Colegio Cardenalicio durante la vacante de la Sede Apostólica. Prometo ante el Comandante y los demás Superiores respeto, fidelidad y obediencia. Así lo juro. Que Dios y nuestros Santos Patrones me asistan”, serán las palabras que cada recluta diga al jurar lealtad al Papa.
El acto tendrá lugar después de la celebración de una Misa en el altar mayor de la Basílica de San Pedro, presidida por el Cardenal Mauro Gambetti, Arcipreste de la Basílica Papal de San Pedro en el Vaticano.
La Guardia Suiza es el cuerpo militar más antiguo del mundo, fundado por el Papa Julio II en 1506, se encarga de proteger al sucesor de Pedro.
Actualmente está dirigida por el coronel Christoph Graf, y sus guardias se encargan de vigilar los accesos al territorio Vaticano, desempeñan labores de mantenimiento del orden y de protocolo durante las ceremonias papales y los recibimientos de Estado. También protegen al Colegio Cardenalicio durante la Sede Vacante, tras la muerte o renuncia del Papa.
Fuente:www.aciprensa.com
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