Monja de clausura: “No tenemos futuro ni nos importa, tenemos presente en manos de Dios”

POR WALTER SÁNCHEZ SILVA | ACI Prensa

Foto referencial. Crédito: Flickr Joanna Adamik | Archidiecezja Krakowska

La abadesa del monasterio Corpus Christi de Segovia (España), Sor María Rocío Aguado Esteban, hizo una impactante afirmación sobre su futuro y el de sus hermanas, en el marco de la Jornada Pro Orantibus dedicada a la oración por vida contemplativa, que se celebrará el 12 de junio, en la fiesta de la Santísima Trinidad.

“Ahora me dicen mucho que no tenemos futuro, que esto se está acabando. Sí, posiblemente, en un año o dos. Lo que Dios disponga. Pero yo siempre digo: ‘No tenemos futuro, ni nos importa. Porque lo que tenemos es presente, presente en las manos de Dios’”, compartió la religiosa clarisa en un post del blog de la Fundación DeClausura.

DeClausura, señala su sitio web, es “una iniciativa no lucrativa para ayudar a los monasterios y conventos de España. Trabajamos para difundir la riqueza de la vida contemplativa y contribuir” a su sostenimiento.

La abadesa escribió también que “nos pueden quitar todo el convento y las hermanas se pueden morir; pero nadie nos puede quitar a Dios. Dios nos tiene a nosotras. Eso es lo que somos. Somos una lamparita que quiere alumbrar al mundo”.

Sor María Rocío dijo además que “en este mundo de descarte la vida de una monja de clausura aparentemente no tiene ningún sentido. Sin embargo, nosotras hacemos al mundo preguntarse por Dios”.

“Porque cada vez que una persona se pregunta ‘qué pintan esas monjas ahí’, en el fondo se están preguntando: ¿Y eso? ¿Y Dios? Y eso es bueno. Porque Dios es y existe”.
Las monjas de clausura son almas orantes

En su testimonio publicado por la Fundación DeClausura, la religiosa clarisa explicó que “nosotras somos almas orantes contemplativas; almas orantes en medio de la Iglesia, con los ojos del corazón y todo el ser en el Cielo pero con los pies en la Tierra. Estamos en medio de nuestro mundo, para dar alabanza a Dios y para tender la mano al hombre de hoy”.

“No tenemos nada. No somos nada. Incluso si una monja muere prácticamente nadie se entera. El mundo no cambia. ¡O sí! No lo sé. Dios sabe”.

La abadesa del monasterio de Corpus Christi dijo que cuando muchos conventos se cierran, sucede que las hermanas mayores sufren, especialmente porque muchas de ellas han pasado décadas en un solo lugar, “al que el Señor nos llamó siendo jóvenes. Hay hermanas que llevan 70 u 80 años en un mismo convento y lo aman. No es apego a unas paredes, es amor a un lugar con gente, con rostros”.
Ayudar a los conventos y monasterios

Sor María Rocío resalta luego la importancia de recibir ayuda porque es muy necesaria.

No importa, dice, si es “poco o mucho, nos alegra muchísimo porque la necesitamos. Hay que compartir y repartir. Es la gran alegría de los cristianos: compartir nuestra pobreza y repartir nuestra gran riqueza que es Dios”.

“Somos poquitas pero aquí estamos luchando”, subrayó.

“Dios está en lo sencillo y en lo humilde, como el Espíritu Santo, en la brisa, en el agua, en el fuego. Él es el enamorador que nos enamora cada día. Nos apasiona solamente ser en Dios”, aseguró la religiosa clarisa.

Para colaborar con las religiosas del monasterio de Corpus Christi de Segovia y otros conventos y monasterios de España, puede ingresar a este enlace www.declausura.org/donativos


Fuente:www.aciprensa.com

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