¿Es conforme al magisterio incluir danzas africanas en las Misas de rito latino? [VIDEO]


POR NICOLÁS DE CÁRDENAS | ACI Prensa


La Diócesis de Bilbao (España), ha difundido el vídeo de una monjas franciscanas capuchinas danzando durante la celebración de la Misa con motivo de la fiesta de Santa Clara. ¿Es correcto según la idea de la inculturación impulsada por el Concilio Vaticano II?

No son pocos los conventos de vida contemplativa en España que han incorporado religiosas procedentes de otros países. En la Diócesis de Bilbao, en concreto, son algo menos de una veintena las africanas, distribuidas en dos conventos de dominicas, uno de agustinas y otro de capuchinas.

En efecto, en el vídeo, se aprecia cómo las cuatro monjas de origen africano lideran el baile, que es secundado por otras tres hermanas aparentemente de origen hispanoamericano. Tras ellas, aparece otra religiosa y dos laicos que llevan las ofrendas hacia el altar, donde aguarda el Obispo de Bilbao, Mons. Joseba Segura.

No es la única ocasión en la que esto sucede. Es una práctica relativamente común en estas comunidades. Este mismo mes de agosto, la diócesis difundió otro vídeo de las hermanas dominicas de Lequeitio danzando durante una misa.

Inculturación de la liturgia

La Instrucción Varietates Legitimae sobre la liturgia romana y la inculturación, emitida por la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, fue publicada en 1994 con la intención de aplicar de manera correcta la Constitución Conciliar Sacrosanctum Concilium sobre la liturgia.

En ella se reconoce que que “la liturgia de la Iglesia no debe ser extraña a ningún país, a ningún pueblo, a ninguna persona y, al mismo tiempo, trasciende todo particularismo de raza o nación”.

Por otro lado, advierte que la Iglesia “no tiene ningún poder para cambiar lo que es voluntad de Cristo, que es lo que constituye la parte inmutable de la liturgia” si bien “puede disponer lo que pueda resultar útil para el bien de los fieles según las circunstancias, los tiempos y los lugares”.

Respecto de la música y el canto, se destaca su importancia y que tienen “un lugar privilegiado en la liturgia” y reconoce que en algunos pueblos “el canto se acompaña espontáneamente batiendo palmas, con balanceos rítmicos o movimientos de danza de los participantes”.

Estas expresiones tienen cabida en la liturgia del Rito Latino “a condición de que sean siempre la expresión de una verdadera y común oración de adoración, de alabanza, de ofrenda o de súplica y no un simple espectáculo”.
Cardenal Arinze: “No forma parte del culto”

La cuestión de los bailes africanos en países europeos no está recogida de manera específica en el documento, si bien se asegura que “es muy distinta la situación de países evangelizados desde hace siglos, y en los que la fe cristiana continúa estando presente en la cultura, y la de aquellos en los que la evangelización es más reciente o no ha penetrado profundamente en las realidades culturales”.

Sin embargo, sí hay registro de una respuesta contundente de una voz autorizada. El Cardenal Francis Arinze, Prefecto Emérito de la Congregación para el Culto Divino y la disciplina de los sacramentos, fue preguntado en 2008 por la cuestión.

Y su respuesta fue clara: “La danza, tal como se conoce en Europa y América del Norte, no forma parte del culto”. A su juicio, en este contexto occidental, el baile “está bien para el auditorio, para el teatro, incluso para el salón parroquial, suponiendo que el baile sea aceptable desde el punto de vista moral”.

El Cardenal Arinze resumió su postura como máximo responsable de la liturgia en aquél momento de forma gráfica:

“En cuanto a América del Norte o Europa, pensamos que la danza no debería entrar en absoluto en la liturgia. La gente que discute sobre la danza litúrgica debería dedicar ese tiempo a rezar el Rosario o debería dedicar ese tiempo a leer uno de los documentos del Papa sobre la Santa Eucaristía”, sentenció.


Fuente:www.aciprensa.com

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