Imagen referencial. Crédito: Alicia Petresc (Unsplash)
Por Eduardo Berdejo
La organización Provida Latam ha invitado a la población y a las agrupaciones defensoras de la vida a sumarse a la marcha el domingo 26 de febrero en Bogotá, para proclamar que Colombia no quiere el aborto y rechaza el genocidio de los niños no nacidos.
La concentración será en el Parque Nacional a las 10:00 a.m. y se llevará a cabo en el marco del primer año de la sentencia C-055/22 de la Corte Constitucional, emitido el 21 de febrero de 2022 y que extendió el plazo para practicar un aborto hasta las 24 semanas de gestación.
Ese fallo liberalizó el aborto en Colombia, al permitirlo más allá de las tres causales fijadas por la sentencia C-355 de 2006, que despenalizó esta práctica en los casos de violación, peligro para la vida de la madre y malformación del feto.
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En declaraciones brindadas a ACI Prensa, Catalina Gutiérrez, de Provida Latam, explicó que la marcha es convocada por varias organizaciones, entre ellas Rosario de hombres, con el objetivo “visibilizar el genocidio de los no nacidos en Colombia con la complicidad” de las instituciones.
Asimismo, “recordar a las autoridades públicas que Colombia es un país católico y que la agenda contra la ley natural es ilegítima”.
“Buscamos que los millones de colombianos, que son mayoritariamente provida, despierten ante la sombría realidad de cientos de miles de personas que dejan de nacer a causa del aborto”, indicó.
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Gutiérrez afirmó que esta marcha “será para unir esfuerzos con el objetivo común de denunciar la tiranía y armarnos de valor para combatir al enemigo”.
“Será una jornada también de oración y reparación pública, haciendo explícito el dolor y el escándalo que causa el genocidio silencioso que da muerte a las almas”, añadió.
En sus declaraciones, la líder de Provida Latam denunció los “intereses económicos e ideológicos de la Corte Constitucional, que gana premios económicos y de prestigio para apoyar la agenda globalista” que incluye el aborto.
Como ejemplo, expuso el caso del magistrado Jaime Araujo Rentería, ponente de la sentencia de 2006, quien “saltó luego como magistrado a la Corte Interamericana de Derechos Humanos con el lobby feminista”.
Catalina Gutiérrez señaló que “aquí se ve la importancia regional que tiene la Corte Constitucional colombiana. Hay otros magistrados que ganan premios de prestigio en el mundo universitario”.
(El artículo continúa después)
Credito:www.aciprensa.com
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