Amazonía: Encuentro en Roma intensifica el camino sinodal


Participantes del encuentro REPAM y CEAMA en la Universidad Gregoriana de Roma (J.Patias)

En el inmenso territorio de la Amazonía, los ríos, lagos e igarapés son canales de comunicación y conexión entre los pueblos, sean los de la selva, los ribereños o los de las ciudades que, a su vez, se conectan con toda la humanidad.

Jaime Patias

Con el objetivo de ampliar e intensificar esta red de personas, comunidades e instituciones comprometidas con el cuidado de la Casa Común, la Pontificia Universidad Gregoriana (PUG) en Roma acogió, el día 7 de junio, un encuentro sobre el camino sinodal de la Iglesia en la Amazonía.

Una red, dos remos, canoas, tamices, algunas calabazas y rostros de mártires, colocados en el vestíbulo de la Universidad, recordaban el Sínodo para la Amazonía en 2019, conectando las comunidades del territorio con la ciudad eterna de Roma. El arreglo creó el ambiente para la mística de apertura del diálogo promovido por la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) y la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA), conducido por sus respectivas presidencias.

Participaron alrededor de 50 personas, entre representantes de agencias de cooperación internacional, organizaciones pastorales y eclesiales, la Vida Consagrada y periodistas de diversos medios de comunicación.

“Probablemente los pueblos amazónicos originarios nunca estuvieron tan amenazados en sus territorios como lo están ahora”, sentenció el Papa Francisco en Puerto Maldonado (Perú) en 2018. La afirmación fue recordada por Mons. David Martínez de Aguirre, vicepresidente de la REPAM, que en 2019 fue secretario del Sínodo para la Amazonía. “Las imágenes hablan más que las palabras”, dijo el obispo de Puerto Maldonado, refiriéndose a uno de los videos mostrados durante el evento para denunciar los impactos de la explotación del petróleo y otros minerales en la región.

“El Sínodo y la Exhortación Querida Amazonia destacaron las bellezas y el drama de la Amazonía” En el documento, “el Papa habla de injusticias y crímenes. Cinco años después tenemos que decir, con tristeza, que la situación no solo se mantiene, sino que se ha agravado”, observó. “Los obispos del Perú recientemente denunciaron la flexibilización de las leyes ambientales que dejan a la Amazonía y al Planeta aún más vulnerables”. Además, “los estados reivindican soberanía y los países son cooptados por el crimen organizado, reflejo de una crisis de la democracia”. Según el obispo, existe conexión entre “cultivo de coca, narcotráfico, minería ilegal, explotación de madera, tráfico de tierras, tráfico de personas y connivencia en las ilegalidades”.UNA VOZ INDÍGENA
Una voz indígena

Portavoz de las comunidades, Yesica Patiachi, originaria del pueblo Harakbut en Perú y vicepresidenta de la REPAM, trajo a la reflexión una cuestión histórica. “Los pueblos indígenas están amenazados desde la llegada de los ‘blancos’. Nosotros que estábamos en la Amazonía no éramos considerados humanos, sino salvajes, no teníamos almas. Me pregunto ahora, ¿quién no tiene alma? ¿Quiénes son los salvajes como decían?”, cuestionó Yesica al defender la importancia de la educación para encontrar salidas. “En los últimos cinco años al menos 30 ambientalistas han perdido la vida. Y nos preguntamos, ¿qué hacemos? La indiferencia mata porque contribuye a la violación de los derechos humanos. No queremos olvidar nuestra sabiduría ancestral. Un pueblo que no tiene acceso a la educación se vuelve más vulnerable. El mayor clamor de los pueblos indígenas no es que celebren la misa, sino que nos ayuden a educar a nuestros hijos. Quiero que estudien en una universidad”, dijo Yesica, escritora, investigadora, pintora y educadora, que conoció a la Iglesia a través de la educación de las religiosas que llegan donde el Estado no llega.

En la Gregoriana en Roma, recordó una pregunta hecha una vez en la Universidad Católica del Perú: “¿Cuántos estudiantes indígenas tienen aquí? Este es un largo proceso y tenemos instituciones que, como la REPAM y la CEAMA, invierten en la educación”, herramienta indispensable para la autodeterminación de las comunidades. “No podemos retroceder, tenemos que avanzar tejiendo redes, remando juntos”, concluyó.

El encuentro fue moderado por el padre Adelson Araújo Santos, Sj, docente en la Gregoriana, y la Hermana Laura Vicuña, franciscana Catequista y vicepresidenta de la CEAMA, y coordinado por el Hermano João Gutemberg, Marista y secretario ejecutivo de la REPAM, y Rodrigo Fadul, secretario adjunto, quienes reforzaron la importancia de sumar fuerzas y trabajar en red.

Al saludar a los invitados, el presidente del Collegium Maximum (PUG), padre Pino Di Luccio, SJ, recordó que el encuentro ocurre en el marco de las celebraciones de los 10 años de la creación de la REPAM, organismo fundado en 2014, el cual, junto con la CEAMA, instituida en el camino sinodal en 2020, ha generado varios procesos y diversas redes eclesiales comprometidas con la defensa y la promoción de la ecología integral en todo el mundo. “El territorio amazónico es un tesoro de valor incalculable para nuestro Planeta, un regalo de Dios para todos. Preservar, proteger y administrar de manera sostenible esta tierra es esencial para nuestra supervivencia y la de las futuras generaciones”, afirmó el padre Di Luccio. “El Programa Universitario Amazónico (PUAM) y el Diploma en Ecología Integral promovido por las universidades pontificias de Roma son algunas de las contribuciones académicas en el desafío de cuidar del Planeta”.

La Amazonía está en el corazón del Papa Francisco que, en 2015, hizo destaque en la Encíclica Laudato si’ y en 2019 realizó el Sínodo. En la Exhortación Apostólica Querida Amazonía (2020), Francisco afirma: “la querida Amazonía se presenta ante los ojos del mundo con todo su esplendor, su drama y su misterio, alentando una conversión ecológica e invitando a cuidar de la Creación y promover una Iglesia con rostro amazónico” (QA 1).
La importancia de los dos remos

En la actual coyuntura y ante los desafíos en la misión de la Iglesia, los presidentes de la CEAMA y de la REPAM, cardenal Pedro Ricardo Barreto y Mons. Rafael Cob García, agradecieron el apoyo de las instituciones en los diversos proyectos en favor de las comunidades, y destacaron la necesidad de remar juntos con los dos remos de forma coordinada y complementaria. El remo de la REPAM con actuación en el ambiente, en las culturas y en lo social, y el remo de la CEAMA con su especificidad canónica y jurídica. Ambas promueven una Iglesia con rostro amazónico y la sinodalidad en la búsqueda de nuevos caminos y por una ecología integral.

El cardenal peruano Pedro Barreto, arzobispo emérito de Huancayo, explicó además que, como CEAMA, “estos días tuvimos una especie de visita ad limina para informar al Papa Francisco y a los dicasterios sobre los progresos (de la Conferencia Eclesial), exactamente como hacen las Conferencias Episcopales. Y sentimos por parte del Papa y de los dicasterios en Roma, entusiasmo, alegría y sobre todo esperanza, una esperanza que no decepciona”. Por eso, “seguimos caminando juntos”, dijo el cardenal.

Al celebrar 10 años, la REPAM desea volver a sus orígenes en la periferia, en sus bases donde fue pensada en el Vicariato de Puyo (Ecuador), en abril de 2013, para luego nacer en Brasilia en septiembre de 2014. Su presidente, Mons. Rafael Cob García, recordó que “la REPAM es fuente de vida en la Pan-amazonía en al menos cuatro tareas: saber escuchar el territorio, escuchar el grito de los pueblos y de la tierra; el diálogo intercultural en la diversidad; cuidar la Casa Común de la cual la Amazonía es parte esencial; construir alianzas con quienes tienen como ideal defender la Amazonía”.

Entre los varios núcleos, Mons. Rafael Cob destacó el de Derechos Humanos. “Los pueblos que viven en la Amazonía, sus derechos son vulnerables. Por eso la REPAM produce informes y los presenta en diversas esferas (ONU, OEA) para reivindicar los derechos de los pueblos. Es importante trabajar juntos y en red”, resaltó el obispo del Vicariato de Puyo.

La vicepresidenta de la REPAM, Hermana Carmelita Conceição, religiosa salesiana, señaló “la complementariedad entre la REPAM y la CEAMA al llevar adelante el compromiso del Sínodo que es buscar nuevos caminos para que las poblaciones tengan su espacio y sus necesidades atendidas”. Entre los núcleos de trabajo están el de “pueblos amazónicos y el de la Iglesia en fronteras, que es la presencia en los lugares aislados para promover los derechos humanos”. Este trabajo es importante porque el pueblo amazónico sufre, es perseguido, es violentado y no tiene fuerza por sí solo para enfrentarlo. Otro núcleo importante es el de la juventud”, dijo la Hermana Carmelita. Las iniciativas de la REPAM y la CEAMA son una luz de esperanza.
El apoyo de las agencias internacionales

“En la crisis mundial en que vivimos necesitamos alianzas, construir puentes y no muros”, dijo el representante de ADVENIAT, padre Martin Meyer, institución de la Iglesia alemana que viene apoyando proyectos en la Amazonía. También hicieron uso de la palabra, representantes de Cáritas Española, Ana Cristina Morales, de CAFOD en Inglaterra, la señora Diana Trimino, y el padre Patricio Sarlat, del Dicasterio de Desarrollo Humano Integral. Las organizaciones internacionales son aliadas en el camino sinodal y en el cuidado y defensa del territorio. Entre las principales preocupaciones están la formación de liderazgos, la educación, Derechos Humanos, incidencia internacional, participación de las mujeres y de los jóvenes en los procesos.

En Roma la delegación de CEAMA y REPAM participaron de una serie de actividades que incluyó una audiencia con el Papa Francisco, el día 3 de junio, reuniones en los departamentos que componen la Curia Romana, evento en la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), entrevistas a los medios de comunicación y encuentros con organismos eclesiásticos sobre la misión de la Iglesia en la Amazonía.

El territorio de la Pan-Amazonía incluye Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Guyana Francesa, Perú, Surinam y Venezuela. El presente y futuro del Planeta dependen de la supervivencia de la Amazonía en su biodiversidad y de la protección de sus pueblos amenazados por proyectos predatorios. La misión de la Iglesia también pasa por el cuidado de la creación.

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Credito:www.vaticannews.va

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