Redacción ACI Prensa
El Cardenal australiano George Pell, prefecto emérito de la Secretaría de Economía del Vaticano, pidió una mejor responsabilidad económica en la Santa Sede, en una reciente entrevista concedida a CNA, agencia en inglés del Grupo ACI.
El Purpurado de 80 años agradeció que los medios hayan permitido que se conozca distintas inversiones y transacciones cuestionables realizadas por la Secretaría de Estado del Vaticano, incluyendo la polémica inversión en una propiedad en Londres en que la que se perdió alrededor de 100 millones de dólares.
“Ahora, hasta qué punto eso es una gran incompetencia o hasta qué punto es confabulación voluntaria o hasta qué punto hay actividad criminal involucrada, es algo que simplemente no lo sé pero es bueno que salga a la luz”, dijo.
“Lo que es más importante es que los procedimientos de inversión se estandaricen y que no se den nuevamente inversiones desastrosas como esta”, aseguró el Cardenal.
El Cardenal George Pell conversó con CNA el 21 de mayo, luego de la publicación del segundo volumen de su Diario de Prisión, “La corte estatal rechaza la apelación”.
En esta entrega, que cubre el periodo entre el 14 de julio y el 30 de noviembre de 2019, el Purpurado reflexiona sobre varios temas, como su tiempo en prisión, sus meditaciones de fe y algunos eventos actuales como los escándalos financieros en el Vaticano.
Cuando el Cardenal Pell trabajaba como prefecto de la Secretaría de Economía tenía la misión de supervisar los temas financieros y administrativos del Vaticano. En 2017 fue acusado de haber abusado de dos niños del coro de la Catedral de Melbourne en Australia, en 1996 y 1997.
Por eso tomó la decisión de viajar de Roma a Australia para defenderse. En un primer juicio el jurado no llegó a una conclusión, pero en un segundo proceso fue hallado culpable de forma unánime y sentenciado a seis años de prisión por abuso sexual infantil.
El tribunal de apelaciones del estado de Victoria confirmó, por dos votos a uno, la sentencia en su contra en agosto de 2019.
El Cardenal pasó 404 días en solitario en una prisión de máxima seguridad. Finalmente su apelación fue revisada y todos los cargos en su contra fueron desestimados por la Suprema Corte de Australia el 7 de abril de 2020, con lo que recobró su libertad.
El segundo volumen de su diario, publicado por Ignatius Press, se lanzó el 3 de mayo en inglés.
El Cardenal Pell dijo a CNA que, al publicar su diario, espera que “la gente escuche mi afirmación de que el paquete cristiano funciona” incluyendo “las enseñanzas de Cristo sobre la fe, el perdón y especialmente sobre el sufrimiento redentor”.
En su diario, el Cardenal expresa, entre otras cosas, su preocupación por los déficits anuales en el Vaticano que pueden generar serios problemas financieros para los futuros papas.
En octubre de 2019, el Financial Times fue el primero en informar que las autoridades de la Santa Sede estaban investigando una inversión de 200 millones de dólares de 2014 de la Secretaría de Estado del Vaticano a través del fondo Athena Capital. La inversión financió una parte del desarrollo de un proyecto de departamentos de lujo en Londres. En 2018 la Secretaría de Estado hizo una inversión de 50 millones de dólares en la misma propiedad.
Al final las pérdidas para el Vaticano fueron de unos 100 millones de dólares.
El empresario italiano Gianluigi Torzi colaboró en el trato original y fue arrestado en Londres el 11 de mayo luego que un juez italiano emitió una orden en su contra por lavado de activos y fraude. El Vaticano investiga ahora su participación en el negocio de Londres.
El Cardenal Pell habla en su diario sobre la polémica inversión y comenta que es “solo uno de esos desastres y una parte importante de una crisis mucho más grande” en el Vaticano.
“Temo por el futuro financiero”, escribió el 24 de octubre de 2019. “Los pollos vuelven a casa a dormir pero una Iglesia más pobre y quebrada no puede hacer nada material para ayudar a los pobres”, agregó.
En la entrevista con CNA, el Cardenal Pell indicó que cuando la prensa informó de la inversión de Londres, “no estaba muy seguro de hacia dónde estaba yendo”.
“Pero no me entristece ni un poco que hayan salido las noticias sobre eso porque el Vaticano acaba de perder una enorme cantidad de dinero. El Papa me dijo que pensaba que eran 150 millones de dólares, no estoy seguro, y el juez en el caso de Torzi en Inglaterra no podía cuantificar el monto de las pérdidas”, refirió.
El Cardenal Pell también pidió que el Vaticano mejore la investigación de delitos financieros.
El Vaticano ya había arrestado a Torzi en 2020 bajo dos cargos de malversación, dos de fraude, extorsión y lavado de dinero, alegando que era parte de una conspiración contra la Secretaría de Estado por millones de euros.
En marzo, un juez británico revirtió las acusaciones del Vaticano indicando que las “no divulgaciones y tergiversaciones” proporcionadas por la Santa Sede “son tan malas que la sanción final” fue revertir la incautación de activos. Añadió que no había "causa razonable" para creer que Torzi "se benefició" de actos delictivos en el caso.
El Cardenal Pell se refirió al caso para solicitar mejores fiscales en el Vaticano.
“Creo que la única palabra que recuerdo de eso fue ‘malas’”, dijo el Purpurado sobre lo dicho por el juez. “Entonces dije a una o dos personas importantes aquí en el Vaticano, ‘por el amor de Dios consigan buenos abogados para que puedan seguir el caso de forma competente y justa’”.
En su diario, el Cardenal advierte que los déficits financieros anuales del Vaticano son uno de los dos “desafíos principales” que enfrenta la Santa Sede, resaltando que los futuros papas “afrontarán enormes desafíos financieros” si es que no se resuelve este tema.
“El Vaticano solo tiene activos por tres o cuatro mil millones (de euros), pero cualquiera que sea, no pueden seguir perdiendo siempre 50 (millones) o incluso 20 millones al año”, dijo el Purpurado australiano a CNA. Añadió que los gastos del fondo de pensiones pueden llegar a cientos de millones de euros en una década.
“Entonces se tiene que enfrentar y lidiar con esto porque, como digo con frecuencia, podemos no saber cuántos van al Cielo o al Infierno, pero sí sabemos que estamos perdiendo dinero”, indicó.
En marzo, la Secretaría de Economía del Vaticano publicó un presupuesto para el año 2021, mostrando un déficit estimado en casi 60 millones de dólares.
Sobre el futuro del Óbolo de San Pedro, la colecta anual para la caridad del Papa y la Curia Romana, el Cardenal Pell expresó su esperanza en que su sucesor pueda supervisar el fondo.
“Sé que mi sucesor, el P. (Juan Antonio) Guerrero es un hombre competente y honesto. Creo que los desafíos particulares del Óbolo de San Pedro son claramente visibles, algo no menor a la disminución de donaciones. Y, con el favor de Dios, esto se enfrentará”, aseguró.
En otro pasaje de su diario, el Cardenal habla sobre el valor del sufrimiento redentor y algunas figuras de las Escrituras y la historia de la Iglesia a las que se acercó durante su tiempo en prisión, y sus pensamientos sobre el futuro de la Iglesia.
Sobre el sufrimiento redentor, “he citado a Karl Marx, quien tuvo un terrible ataque de forúnculos y él lamentaba el hecho de que no tenía un dios a quien ofrecerle su sufrimiento. Él sabía lo que le faltaba. Si no hay Dios, no hay sentido en el sufrimiento”, indicó el Cardenal Pell.
“Pero si sigues una religión en la que crees que la redención se vio afectada y generada por el sufrimiento y muerte de un joven, Dios, hace 2 mil años, y que puedes unir nuestro sufrimiento con el suyo, entonces allí hay una diferencia radical”, subrayó.
El Purpurado australiano comentó además que en su tiempo en prisión se acercó a algunas figuras católicas históricas y bíblicas como el profeta Elías: “Él salvó el monoteísmo en un momento en el que pasaba por problemas desesperados. Como símbolo y salvaguarda para nuestro tiempo y el mundo occidental, su papel es muy, muy obvio”.
El Cardenal Pell también se refirió al fallecido Cardenal vietnamita Francis Xavier Nguyen Van Thuan como un modelo para él. El Cardenal Van Thuan pasó 13 años en prisión, incluyendo nueve años en confinamiento solitario, bajo el régimen comunista de Vietnam.
El Cardenal Pell también habla sobre San Juan Fisher y Santo Tomás Moro como figuras de las que ha aprendido, así como del sacerdote estadounidense Walter Ciszek, que estuvo 23 años en prisiones y campos de trabajo forzoso en la Unión Soviética.
Sobre la imposibilidad de celebrar Misa en su tiempo en prisión, el Cardenal Pell dijo a CNA que “fue doloroso. Y lo sentí más en algunas ocasiones que en otras, como durante las grandes fiestas como la Pascua, Pentecostés y Navidad”
“También sabía que Dios no me había abandonado porque no podía celebrar Misa”, agregó, resaltando que sí se le permitió conservar su breviario o libro de oraciones y ver las misas dominicales por la mañana y algunos servicios desde la cárcel.
Su experiencia sin Misa fue un “paralelo exacto” a lo que han sufrido muchos católicos durante la pandemia del coronavirus con las iglesias cerradas, comentó.
En su diario, el Cardenal Pell también habla sobre la caída de la asistencia a Misa en la Iglesia y advierte sobre el reemplazo de la doctrina católica con “enseñanzas paganas”.
“No hemos sido lo suficientemente explícitos sobre Dios. No hemos hablado sobre el amor de Dios, sobre la importancia de eso, de Dios como creador, de Dios como juez”, indicó el Purpurado y añadió que “la dimensión vertical se ha debilitado”.
Ante este problema, el Cardenal propone la adoración eucarística como antídoto.
“Creo que esa es una razón por la cual la adoración ante el Santísimo Sacramento es tan importante. Y creo que una razón por la cual es tan popular entre los católicos jóvenes es precisamente porque los abre a la trascendencia, a avanzar hacia la dirección de Dios cuando muchos en la sociedad a su alrededor están distraídos y se mantienen en un nivel horizontal”, subrayó el Cardenal Pell.
Traducido y adaptado por Walter Sánchez Silva. Publicado originalmente en CNA
Etiquetas: Vaticano, Economía, Secretaría de Economía, Cardenal George Pell, abusos, finanzas, Cardenal Pell, Finanzas Vaticanas
Cardenal George Pell. Crédito: Daniel Ibáñez / ACI Prensa
El Purpurado de 80 años agradeció que los medios hayan permitido que se conozca distintas inversiones y transacciones cuestionables realizadas por la Secretaría de Estado del Vaticano, incluyendo la polémica inversión en una propiedad en Londres en que la que se perdió alrededor de 100 millones de dólares.
“Ahora, hasta qué punto eso es una gran incompetencia o hasta qué punto es confabulación voluntaria o hasta qué punto hay actividad criminal involucrada, es algo que simplemente no lo sé pero es bueno que salga a la luz”, dijo.
“Lo que es más importante es que los procedimientos de inversión se estandaricen y que no se den nuevamente inversiones desastrosas como esta”, aseguró el Cardenal.
El Cardenal George Pell conversó con CNA el 21 de mayo, luego de la publicación del segundo volumen de su Diario de Prisión, “La corte estatal rechaza la apelación”.
En esta entrega, que cubre el periodo entre el 14 de julio y el 30 de noviembre de 2019, el Purpurado reflexiona sobre varios temas, como su tiempo en prisión, sus meditaciones de fe y algunos eventos actuales como los escándalos financieros en el Vaticano.
Cuando el Cardenal Pell trabajaba como prefecto de la Secretaría de Economía tenía la misión de supervisar los temas financieros y administrativos del Vaticano. En 2017 fue acusado de haber abusado de dos niños del coro de la Catedral de Melbourne en Australia, en 1996 y 1997.
Por eso tomó la decisión de viajar de Roma a Australia para defenderse. En un primer juicio el jurado no llegó a una conclusión, pero en un segundo proceso fue hallado culpable de forma unánime y sentenciado a seis años de prisión por abuso sexual infantil.
El tribunal de apelaciones del estado de Victoria confirmó, por dos votos a uno, la sentencia en su contra en agosto de 2019.
El Cardenal pasó 404 días en solitario en una prisión de máxima seguridad. Finalmente su apelación fue revisada y todos los cargos en su contra fueron desestimados por la Suprema Corte de Australia el 7 de abril de 2020, con lo que recobró su libertad.
El segundo volumen de su diario, publicado por Ignatius Press, se lanzó el 3 de mayo en inglés.
El Cardenal Pell dijo a CNA que, al publicar su diario, espera que “la gente escuche mi afirmación de que el paquete cristiano funciona” incluyendo “las enseñanzas de Cristo sobre la fe, el perdón y especialmente sobre el sufrimiento redentor”.
En su diario, el Cardenal expresa, entre otras cosas, su preocupación por los déficits anuales en el Vaticano que pueden generar serios problemas financieros para los futuros papas.
En octubre de 2019, el Financial Times fue el primero en informar que las autoridades de la Santa Sede estaban investigando una inversión de 200 millones de dólares de 2014 de la Secretaría de Estado del Vaticano a través del fondo Athena Capital. La inversión financió una parte del desarrollo de un proyecto de departamentos de lujo en Londres. En 2018 la Secretaría de Estado hizo una inversión de 50 millones de dólares en la misma propiedad.
Al final las pérdidas para el Vaticano fueron de unos 100 millones de dólares.
El empresario italiano Gianluigi Torzi colaboró en el trato original y fue arrestado en Londres el 11 de mayo luego que un juez italiano emitió una orden en su contra por lavado de activos y fraude. El Vaticano investiga ahora su participación en el negocio de Londres.
El Cardenal Pell habla en su diario sobre la polémica inversión y comenta que es “solo uno de esos desastres y una parte importante de una crisis mucho más grande” en el Vaticano.
“Temo por el futuro financiero”, escribió el 24 de octubre de 2019. “Los pollos vuelven a casa a dormir pero una Iglesia más pobre y quebrada no puede hacer nada material para ayudar a los pobres”, agregó.
En la entrevista con CNA, el Cardenal Pell indicó que cuando la prensa informó de la inversión de Londres, “no estaba muy seguro de hacia dónde estaba yendo”.
“Pero no me entristece ni un poco que hayan salido las noticias sobre eso porque el Vaticano acaba de perder una enorme cantidad de dinero. El Papa me dijo que pensaba que eran 150 millones de dólares, no estoy seguro, y el juez en el caso de Torzi en Inglaterra no podía cuantificar el monto de las pérdidas”, refirió.
El Cardenal Pell también pidió que el Vaticano mejore la investigación de delitos financieros.
El Vaticano ya había arrestado a Torzi en 2020 bajo dos cargos de malversación, dos de fraude, extorsión y lavado de dinero, alegando que era parte de una conspiración contra la Secretaría de Estado por millones de euros.
En marzo, un juez británico revirtió las acusaciones del Vaticano indicando que las “no divulgaciones y tergiversaciones” proporcionadas por la Santa Sede “son tan malas que la sanción final” fue revertir la incautación de activos. Añadió que no había "causa razonable" para creer que Torzi "se benefició" de actos delictivos en el caso.
El Cardenal Pell se refirió al caso para solicitar mejores fiscales en el Vaticano.
“Creo que la única palabra que recuerdo de eso fue ‘malas’”, dijo el Purpurado sobre lo dicho por el juez. “Entonces dije a una o dos personas importantes aquí en el Vaticano, ‘por el amor de Dios consigan buenos abogados para que puedan seguir el caso de forma competente y justa’”.
En su diario, el Cardenal advierte que los déficits financieros anuales del Vaticano son uno de los dos “desafíos principales” que enfrenta la Santa Sede, resaltando que los futuros papas “afrontarán enormes desafíos financieros” si es que no se resuelve este tema.
“El Vaticano solo tiene activos por tres o cuatro mil millones (de euros), pero cualquiera que sea, no pueden seguir perdiendo siempre 50 (millones) o incluso 20 millones al año”, dijo el Purpurado australiano a CNA. Añadió que los gastos del fondo de pensiones pueden llegar a cientos de millones de euros en una década.
“Entonces se tiene que enfrentar y lidiar con esto porque, como digo con frecuencia, podemos no saber cuántos van al Cielo o al Infierno, pero sí sabemos que estamos perdiendo dinero”, indicó.
En marzo, la Secretaría de Economía del Vaticano publicó un presupuesto para el año 2021, mostrando un déficit estimado en casi 60 millones de dólares.
Sobre el futuro del Óbolo de San Pedro, la colecta anual para la caridad del Papa y la Curia Romana, el Cardenal Pell expresó su esperanza en que su sucesor pueda supervisar el fondo.
“Sé que mi sucesor, el P. (Juan Antonio) Guerrero es un hombre competente y honesto. Creo que los desafíos particulares del Óbolo de San Pedro son claramente visibles, algo no menor a la disminución de donaciones. Y, con el favor de Dios, esto se enfrentará”, aseguró.
En otro pasaje de su diario, el Cardenal habla sobre el valor del sufrimiento redentor y algunas figuras de las Escrituras y la historia de la Iglesia a las que se acercó durante su tiempo en prisión, y sus pensamientos sobre el futuro de la Iglesia.
Sobre el sufrimiento redentor, “he citado a Karl Marx, quien tuvo un terrible ataque de forúnculos y él lamentaba el hecho de que no tenía un dios a quien ofrecerle su sufrimiento. Él sabía lo que le faltaba. Si no hay Dios, no hay sentido en el sufrimiento”, indicó el Cardenal Pell.
“Pero si sigues una religión en la que crees que la redención se vio afectada y generada por el sufrimiento y muerte de un joven, Dios, hace 2 mil años, y que puedes unir nuestro sufrimiento con el suyo, entonces allí hay una diferencia radical”, subrayó.
El Purpurado australiano comentó además que en su tiempo en prisión se acercó a algunas figuras católicas históricas y bíblicas como el profeta Elías: “Él salvó el monoteísmo en un momento en el que pasaba por problemas desesperados. Como símbolo y salvaguarda para nuestro tiempo y el mundo occidental, su papel es muy, muy obvio”.
El Cardenal Pell también se refirió al fallecido Cardenal vietnamita Francis Xavier Nguyen Van Thuan como un modelo para él. El Cardenal Van Thuan pasó 13 años en prisión, incluyendo nueve años en confinamiento solitario, bajo el régimen comunista de Vietnam.
El Cardenal Pell también habla sobre San Juan Fisher y Santo Tomás Moro como figuras de las que ha aprendido, así como del sacerdote estadounidense Walter Ciszek, que estuvo 23 años en prisiones y campos de trabajo forzoso en la Unión Soviética.
Sobre la imposibilidad de celebrar Misa en su tiempo en prisión, el Cardenal Pell dijo a CNA que “fue doloroso. Y lo sentí más en algunas ocasiones que en otras, como durante las grandes fiestas como la Pascua, Pentecostés y Navidad”
“También sabía que Dios no me había abandonado porque no podía celebrar Misa”, agregó, resaltando que sí se le permitió conservar su breviario o libro de oraciones y ver las misas dominicales por la mañana y algunos servicios desde la cárcel.
Su experiencia sin Misa fue un “paralelo exacto” a lo que han sufrido muchos católicos durante la pandemia del coronavirus con las iglesias cerradas, comentó.
En su diario, el Cardenal Pell también habla sobre la caída de la asistencia a Misa en la Iglesia y advierte sobre el reemplazo de la doctrina católica con “enseñanzas paganas”.
“No hemos sido lo suficientemente explícitos sobre Dios. No hemos hablado sobre el amor de Dios, sobre la importancia de eso, de Dios como creador, de Dios como juez”, indicó el Purpurado y añadió que “la dimensión vertical se ha debilitado”.
Ante este problema, el Cardenal propone la adoración eucarística como antídoto.
“Creo que esa es una razón por la cual la adoración ante el Santísimo Sacramento es tan importante. Y creo que una razón por la cual es tan popular entre los católicos jóvenes es precisamente porque los abre a la trascendencia, a avanzar hacia la dirección de Dios cuando muchos en la sociedad a su alrededor están distraídos y se mantienen en un nivel horizontal”, subrayó el Cardenal Pell.
Traducido y adaptado por Walter Sánchez Silva. Publicado originalmente en CNA
Etiquetas: Vaticano, Economía, Secretaría de Economía, Cardenal George Pell, abusos, finanzas, Cardenal Pell, Finanzas Vaticanas
Fuente:www.aciprensa.com
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