Obispos exhortan a los periodistas a vivir su vocación como las bienaventuranzas

POR GISELLE VARGAS | ACI Prensa
Imagen referencial. Crédito: Austin Distel, Unsplash.

La Comisión de Comunicación Social de la Conferencia Episcopal Argentina saludó este 7 de junio a los periodistas en su día, destacando que “el alma periodística funciona con la misma lógica que la de las bienaventuranzas”.

“Bienaventurados para el periodista los pobres, los que lloran, los humildes, los hambrientos de justicia. Bienaventurados los hombres, los vulnerables y los vulnerados”.

“Porque si hay una verdad desconocida esperando ser conocida es el periodista el que se empeña en sacarla a luz para combatir la ignorancia, el engaño, y devolver dignidad al vulnerado y al vulnerable. Si hay una injusticia es el periodista el encargado de señalarla sin temor”, aseguró la Comisión Episcopal.

“Bienaventurados los misericordiosos, los que no saben de rencores porque lo suyo es la comunión y la cercanía, los convencidos de que la verdad y el bien están para ser contadas y la comparten”.

“Bienaventurados los periodistas hambrientos de justicia aun cuando ellos no son las víctimas de esa injusticia. Bienaventurados en su empatía con los que están al lado del camino heridos”.

“Bienaventurados en su pura vocación, que puede ser arma de poderosos, pero ellos eligen servir a la verdad y a los demás. Bienaventurados cuando escapan de las espirales de violencia y llevan la paz y proponen la paz”.

“Bienaventurados por no tener miedo a ser perseguidos por estar del lado de la verdad y de la justicia. Bienaventurados cuando en este mundo viciado de opiniones y redes en las que se insulta más que otra cosa sean injuriados por servir a la verdad, servir al bien”.

“Bienaventurados los periodistas cuando estén con los vulnerados y vulnerables, cuando vayan a su encuentro para contar su dignidad, cuando estén con ellos, bienaventurados cuando trabajen por la comunión y el progreso”.

“Bienaventurados cuando por hacerlo sean maltratados, ignorados, injuriados, calumniados, subestimados, mal remunerados”, expresó la Comisión Episcopal.

“La vocación periodística lleva en sí un ADN humanista” y tanto periodistas católicos y no católicos, “al abrazar su vocación”, “se comprometen con la verdad, con el bien, con lo bello, con el hombre”.

Por ello, la Comisión Episcopal aseguró que “no están solos al abrazar su vocación. Siéntanse interpelados con las bienaventuranzas, y sépanse acompañados, porque es Dios quien las propone y es Dios el que no los va a dejar solos”, afirmó la Comisión Episcopal.

En ese sentido, la Comisión Episcopal de Comunicación aseguró que los periodistas “desafían los sentidos, cuando en silencio y con paciencia construyen una credibilidad de la que nos fiamos, porque no vemos las realidades que nos cuentan, pero confiamos en ustedes”.

“Semejante responsabilidad no es ignorada por el Señor. Sépanse amados por Él. Sépanse bienaventurados en la vocación que eligieron abrazar”.

En tanto, el Arzobispo de Bahía Blanca, Mons. Carlos Azpiroz; y su Obispo Auxiliar, Mons. Jorge Luis Wagner, agradecieron el servicio del periodista y los alentaron a “descubrir juntos la fecundidad del tiempo que vivimos” a través de la “capacidad y el ejercicio del diálogo”.

“El diálogo o coloquio es un modo de ejercitar la misión o ministerio que ustedes han elegido y para el cual con mucho esfuerzo se han formado. El diálogo es un arte de comunicación también espiritual”.

“En efecto, se destacan -y por ello seguramente los admiramos- aquellos periodistas que logran con su oficio un verdadero, profundo y transparente diálogo; lo promueven buscando siempre -por carácter transitivo- un camino de comprensión en la sociedad”.

En ese sentido, inspirados en las enseñanzas del Papa San Pablo VI, los Obispos alentaron a los comunicadores a vivir la claridad, la afabilidad, la confianza y la prudencia pedagógica para “ser promotores de diálogo en nuestra patria que-verdaderamente- necesita de ello”.

A su turno, la CEA reconoció la “noble vocación periodística” y agradeció el trabajo comunicacional en un “tiempo desafiante de la historia, la misión de ayudar a nuestro pueblo a cultivar una conciencia informada, responsable y solidaria en el cuidado de la vida, para salir juntos y mejores de esta pandemia”.

La CEA ofreció sus oraciones por los profesionales de las comunicaciones y sus familias, “para que el Señor los acompañe y anime a ser siempre servidores de la verdad y el bien común”.


Fuente:www.aciprensa.com

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