Redacción ACI Prensa
P. Eric Seitz y su padre, el diácono Ben Seitz. Crédito: Foto de cortesía a CNA.
Solo dos meses después de que el P. Eric Seitz consagró su vida a Dios como sacerdote, su padre biológico, Ben Seitz, recibió la orden sagrada del diaconado.
El P. Eric Seitz es vicario de la parroquia St. John the Evangelist, ubicada en Wahpeton, Dakota del Norte (Estados Unidos); y su padre, el diácono Ben, actualmente sirve en la parroquia de Sts. Anne and Joachim en la Diócesis de Fargo.
En declaraciones a CNA -agencia en inglés del Grupo ACI-, el P. Seitz dijo que su padre estuvo discerniendo el diaconado durante muchos años atrás, y que el ejemplo de santidad de su padre fue lo que le ayudó a nutrir su fe hasta el punto de discernir el sacerdocio. “Diría que su vocación de cristiano fue lo que me ayudó a discernir mi vocación”, dijo.
“Solo mirando las cosas desde mi perspectiva, realmente su ejemplo como hombre cristiano fue lo que hizo que mi fe diera espacio para que mi fe creciera, y me ayudó a aprender cuán seria es [la fe], en una época cuando mucha gente la ignoraba”, agregó.
El P. Eric, que se ordenó el 8 de agosto de 2020, relató que creció en una familia de la Fuerza Aérea, y por ello su familia se tuvo que mudar de domicilio con frecuencia. No obstante, dijo que lo que siempre siguió sintiendo en cada escuela católica donde era inscrito, fue el llamado a la vocación sacerdotal.
Señaló que fue precisamente en séptimo año, cuando se encontraba realizando un servicio de penitencia, que la idea de convertirse en sacerdote pasó rápidamente por su mente mientras meditaba sobre su futuro.
Relató que durante sus estudios en la escuela secundaria “seguí escuchando a diferentes personas que pensaban que podían verme como un sacerdote”, y que cuando llegó al final del tercer año de secundaria, “me di cuenta de que tenía que empezar a tomar algunas decisiones”.
Fue así que “fui a un retiro de discernimiento, que fue de gran ayuda, y estuve hablando con mi párroco, el director de vocaciones, mis padres y todo eso”, dijo.
El P. Eric dijo que tras ese proceso de discernimiento decidió ir al seminario apenas terminó la secundaria. Confesó que al principio luchó un poco con su propia decisión, pues pensaba que además de su llamado al sacerdocio, también tenía el deseo de casarse.
“Mientras pasaba por el seminario, comencé a notar dentro de mí que el sacerdocio no era solo algo que Dios quería para mí, sino que era algo que yo también quería hacer. Esto no me lo estaban imponiendo; era el deseo de mi corazón seguir adelante con esto”, dijo.
Si está discerniendo su vocación, “mantenga la calma y hable con alguien sabio en quien pueda confiar”, recomendó el joven sacerdote
El P. Eric dijo que recuerda que cuando era niño y estaba en cuarto grado de primaria, su padre Ben habló de querer unirse al diaconado, pero decidió esperar a que “el momento de Dios” fuera el correcto.
Explicó que su padre no pudo unirse al diaconado hasta que se estableció y dejó el ejército, pues la arquidiócesis militar no ofrece un programa de diaconado. Su padre se formó para ser diácono por cinco años y llevó una maestría en teología.
Para el joven sacerdote, su madre fue un gran soporte para él y su padre. Explicó que desde que ella se convirtió a la fe católica, apoyó mucho sus vocaciones, y también, dijo que a veces lo llama para pedirle que rece en Misa por intenciones particulares.
Traducido y adaptado por Cynthia Pérez. Publicado originalmente en CNA.
Etiquetas: Estados Unidos, sacerdote, Diáconos, testimonio, Vocación, Iglesia en Estados Unidos, llamado vocacional
Fuente:www.aciprensa.com
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