¿San Agustín aceptaba todos los 7 sacramentos? Respuesta a un mito protestante

Redacción ACI Prensa

Pintura de la conversión de San Agustín. Crédito: Wikipedia / dominio público

Muchos protestantes, en particular los calvinistas, han intentado “mostrar” a San Agustín como uno de los suyos. Aquí algunas razones que demuestran que simplemente han fracasado.

Dave Armstrong, autor y apologista católico, dijo en un artículo publicado en National Catholic Register que es sorprendente la frecuencia con la que se dice que el gran padre de la Iglesia San Agustín (354-430) era más cercano a las creencias protestantes que a las católicas. “He escrito sobre varios aspectos de este mito protestante varias veces”, afirmó.

Por ejemplo, el bautista reformado James White, un líder apologeta anticatólico, escribió en el año 2000 “Blanqueando la historia de la Iglesia”, que “los controvertidos romanos deberían ser conscientes de que Agustín no es amigo de su causa”.

White, junto con muchos protestantes (particularmente calvinistas), trata de “mostrar” a San Agustín como uno de los suyos. Esta ha sido una práctica estándar desde Lutero y Calvino pero, ¿cuáles son los hechos del tema?

Una forma en la que podemos demostrar que San Agustín se mantuvo católico es la documentación que dejó sobre los siete sacramentos, considerando que muchos protestantes aceptan solo dos o ninguno.

1) Santa Eucaristía (Transustanciación o presencia real)

Os había prometido explicaros en la homilía el sacramento de la mesa del Señor… El pan que estáis viendo sobre el altar, santificado por la palabra de Dios, es el cuerpo de Cristo. El cáliz o, más exactamente, lo que contiene el cáliz, santificado por la palabra de Dios, es la sangre de Cristo. (Sermón 227: Año 411)

2) Bautismo y regeneración bautismal


Es una cosa excelente que los cristianos púnicos (norafricanos) digan bautismo de salvación y el sacramento del cuerpo de Cristo nada más que vida.

¿De dónde surge esto, excepto de una tradición apostólica y como supongo, antigua, por la cual las iglesias de Cristo mantienen inherentemente que sin el bautismo y la participación en la Mesa del Señor es imposible que un hombre llegue al Reino de Dios o a la salvación y la vida eterna? Este también es el testimonio de las Escrituras.

El sacramento del Bautismo es muy claramente el sacramento de la regeneración (Perdón y el justo desierto del pecado; y el Bautismo de los Niños. Año 412; 1:24:34 y 2:27:43).

El Bautismo lava todos, absolutamente todos nuestros pecados, de obra, palabra o pensamiento, ya sea el pecado original u otros, cometidos consciente o inconscientemente (Contra dos cartas de los pelagianos Año 420, 3:3:5)

3) Reconciliación: Confesión, absolución y penitencia

No os digo que vais a vivir en esta vida sin pecado: puesto que hay pecados veniales, sin los cuales no es posible esta vida. Pues el Bautismo fue instituido para perdonar todos los pecados: y para perdonar los pecados leves, sin los cuales no podemos vivir, también se nos ha conseguido la oración. . . . Sin embargo, no tengáis la osadía de cometer aquellos pecados que necesariamente os separan del Cuerpo de Cristo, ¡fuera de vosotros tal cosa! Efectivamente, veis que hacen penitencia aquellos que han cometido delitos graves, como adulterios o algunos crímenes enormes; por eso hacen penitencia. Porque si sus pecados fuesen leves bastaría la oración de cada día para perdonarlos.

Por tanto, en la Iglesia se perdonan los pecados de tres modos: por el Bautismo, por la oración y por la gran humildad de la penitencia (Sermón a los Catecúmenos sobre el Credo, Año 395; 7:15, 8:16)

No escuchemos a quienes niegan que la Iglesia de Dios tiene el poder de perdonar todos los pecados (De agon. Christ, iii).

Tu conciencia estaba purulenta, se había hinchado con el tumor, te atormentaba, no te dejaba en paz... confiesa y que en la confesión salga fuera el pus, y entonces ya exulta, alégrate (Explicación del salmo 66, no. 6; Año 420)

4) Matrimonio

Sin duda, la res (virtud propia) del sacramento consiste en que el hombre y la mujer, unidos en matrimonio, perseveren unidos mientras vivan... Sin duda, la res (virtud propia) del sacramento consiste en que el hombre y la mujer, unidos en matrimonio, perseveren unidos mientras vivan. En cuanto al sacramento -que no se destruye ni por el divorcio ni por el adulterio-, éste ha de ser guardado por los esposos casta y concordemente. (El Matrimonio y la concupiscencia, Año 419; 1:10:11 and 1:17:19)

5) Confirmación


Y por la unción deseas que el sacramento del crisma sea entendido, que es santo entre los signos visibles, como el mismo bautismo. (Contra Petilio el donatista, Año 403; 2,104:239; in NPNF 1, IV:592).

Y en los Hechos de los Apóstoles está más simplemente escrito de Él, “porque Dios lo ungió con el Espíritu Santo”. Ciertamente no con aceite visible sino con el don de la gracia que se significa con la unción visible con la que la Iglesia unge al bautizado. (Sobre la Trinidad, Año 417; Libro XV, 26:46)

6) Órdenes sagradas u Ordenación

Que es lo mismo que cuando se confiere la sagrada ordenación a un clérigo para dirigir una comunidad de fieles; que, aunque esa comunidad no exista o no se haya formado, el sacramento del orden no por eso deja de subsistir en quienes lo recibieron; y si sucediere que algún ordenado, por faltas cometidas, se ve privado de su ministerio, conserva impreso, no obstante, el sacramento del Señor como un sello imborrable aun cuando ello sea para su juicio y condenación. (La bondad del Matrimonio, A.D. 401; 24:32; in NPNF1, III: 412)

7) Unción de los Enfermos o Últimos Ritos

En el libro Speculum de Scriptura de San Agustín del año 427 (P.L. XXXIV, 887-1040), que busca ser un manual de piedad cristiana, doctrinal y práctica, se cita la oración de unción de los enfermos de Santiago. Esto muestra que el rito era un lugar común en la práctica cristiana de entonces.

También se nos dice en el libro Vida de Agustín de Posidio que el santo mismo “siguió la regla dejada por los Apóstoles de que debía visitar a las viudas y huérfanos solo en sus tribulaciones (Santiago 1:27) y que si sucedía que los enfermos le pedían que rece al Señor por ellos y les impusiera las manos, lo hiciera sin demora (Enciclopedia Católica, 1913).

El autor del artículo, Dave Armstrong, es un autor católico y apologeta, que defiende la fe cristiana desde 1981, ingresó a la Iglesia Católica en 1991. Su sitio web Evidencia Bíblica del Catolicismo funciona desde marzo de 1997. Está casado con Judy desde octubre de 1984. Tienen tres hijos y 1 hija.

Traducido y adaptado por Walter Sánchez Silva. Publicado originalmente en el National Catholic Register


Fuente:www.aciprensa.com

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