Juicio contra el Cardenal Becciu sigue adelante, pero se repetirá parte de la investigación

POR MIGUEL PÉREZ PICHEL | ACI Prensa

El Cardenal Becciu en una imagen de archivo. Foto: ACI Prensa

El tribunal del Vaticano que juzga al Cardenal Angelo Becciu y a otros nueve imputados por el caso de la inversión de dinero de la Secretaría de Estado y del Banco Vaticano en la adquisición de un edificio en Londres, y sus numerosas ramificaciones, ha decidido no anular el juicio pero sí repetir una parte de las diligencias ante los claros errores cometidos durante la investigación.

En la tercera audiencia del proceso sobre la gestión de fondos de la Santa Sede, el presidente del Tribunal, Giuseppe Pignatone, rechazó declarar nulo la citación a juicio de los acusados, como habían solicitado los abogados defensores, ni empezar el proceso desde el principio, como había pedido el Promotor de Justicia.

Sin embargo, sí que ha admitido algunas peticiones de los abogados para asegurar las garantías de los acusados.

En concreto, el juez ha ordenado depositar todos los documentos de las diligencias, incluidas las escuchas telefónicas, para que puedan ser consultadas por las defensas. Ordenó también la devolución parcial de los documentos al Promotor de Justicia para que se repitan las indagaciones, como solicitó el mismo Promotor.

Asimismo, ordenó redefinir la situación de Mons. Albero Perlasca y aclarar si su declaración se realizó en calidad de imputado o de testigo.

Mons. Perlasca, colaborador del Cardenal Becciu en la Secretaría de Estado, realizó una declaración en un interrogatorio por video cuyo contenido se considera de importancia capital para el desarrollo del proceso.

La trama principal que está siendo juzgada es la que se refiere a la malversación de fondos de la Secretaría de Estado y del Instituto de Obras de Religión (IOR), conocido como Banco Vaticano, en la compra en 2014 de un edificio en Londres para transformarlo en apartamentos de lujo.

Cuando se produjo la inversión el Cardenal Becciu era el Sustituto de la Secretaría de Estado del Vaticano. Según la acusación, se habría servido de su posición para desviar 300 millones de dólares de la Secretaría de Estado, y de un préstamo del IOR, para la compra del inmueble londinense.

También habría empleado otros 200 millones obtenidos de un crédito concedido por el banco suizo BSI. Para evitar que se descubriera estos movimientos, el Cardenal habría disfrazado los préstamos en los balances del Vaticano cancelándolos contra el valor de la propiedad.

El Cardenal Pello, entonces Prefecto de la Secretaría de Economía, habría detectado el movimiento y pedido explicaciones al Cardenal Becciu. Sin embargo, poco después el Cardenal Pell debió enfrentarse a un juicio por abusos en Australia, juicio en el que fue condenado en primera instancia, encarcelado y, finalmente, absuelto y liberado.

Durante el proceso contra Pell, según la declaración de Mons. Perlasca, el Cardenal Becciu habría realizado la transferencia de 700 mil euros del Vaticano a Australia.

Finalmente, la operación de Londres fracasó lo que supuso la pérdida de la inversión del Vaticano. Sin embargo, los socios de Becciu, los también acusados Enrico Crasso, Raffaele Mincione y Gianluiggi Torzi, habrían obtenido grandes beneficios.

El proceso tiene muchas ramificaciones y no se limita sólo a la operación en Londres. El Cardenal Becciu también debe hacer frente a la acusación de envío de dinero del Vaticano a iniciativas privadas de sus hermanos.

También al envío de dinero del Vaticano a una de sus colaboradoras, Cecilia Marogna, también acusada, por supuestos servicios diplomáticos. Marogna habría empleado el dinero del Vaticano destinado a obras de caridad a la compra de valiosos artículos de lujo.

Otros imputados, René Brülhart y Tommaso Di Ruzza, están acusados de conocer la operación de Londres y no haberla detenido a pesar de dirigir el organismo de control financiero interno del Vaticano y tener capacidad para frenarla.

Por último, dentro de la Secretaría de Estado, Fabrizio Tirabassi, con la colaboración de Mons. Mauro Carlino, habrían supervisado las inversiones.


Fuente:www.aciprensa.com

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