Obispos piden que clases escolares presenciales se inicien de manera escalonada

POR HARUMI SUZUKI | ACI Prensa


Las comisiones episcopales de Familia y Educación de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) han lanzado un mensaje conjunto por el inicio del año escolar presencial en el que piden que el comienzo de las clases sea de forma escalonada, de acuerdo a la realidad educativa, en crisis debido a la pandemia del COVID-19.

En su mensaje, las comisiones recordaron que hace 19 meses el COVID-19 paró todas las actividades educativas presenciales, y que la pandemia desató una crisis sanitaria que ha golpeado también la economía, la cultura y la sociedad.

“La familia, como célula fundamental de la sociedad, está muy afectada, pues se han generado fragmentaciones a causa de la misma crisis, a la que se añadió el cierre de los establecimientos educativos que tienen tanta importancia para la armonía y el desenvolvimiento familiar”, agregaron.

Las comisiones señalaron que la escuela en el país ha “hecho un gran esfuerzo con creatividad y empeño sostenido para continuar en estos meses ofreciendo otras posibilidades educativas a los jóvenes”.

Además, manifestaron su preocupación por los frutos limitados que se han alcanzado, sin embargo, pese a ello, dieron gracias a Dios por la vocación de servicio de “la cantidad de padres y madres de familia, sacerdotes, religiosas y religiosos” que han brindado un impulso “a la educación en medio de estas circunstancias”.

“Como pastores del pueblo de Dios y fieles a nuestra misión queremos señalar algunos aspectos para la reflexión, pues, nunca debemos vulnerar el derecho de nuestros niños y jóvenes a la mejor educación posible, y de ello somos responsables todos”, remarcaron.

Las comisiones episcopales indicaron que los contagios por coronavirus “se mantienen activos en la población venezolana y la aparición de nuevas cepas, siguen manteniéndonos en una curva elevada de contagios”.

“Los esfuerzos de vacunación no han sido suficientes y aún en el sector educativo el personal docente, administrativo y obrero, al igual que niños, niñas y adolescentes no han sido vacunados en su totalidad”, lamentaron.

Además, la infraestructura educativa se encuentra “en decadencia, no solo por la falta de cuidado y mantenimiento, sino también por los hurtos y vandalismo acometidos contra las instalaciones”.

“Las edificaciones escolares no cuentan con adecuado servicio de agua potable, electricidad, alimentación, tecnología, artículos de limpieza y desinfección”, remarcaron.

Asimismo, indicaron que el alto costo de vida ha llevado a la deserción escolar y profesional, con cada vez más “niños trabajadores o en estado de indigencia que observamos en las calles de nuestros pueblos y ciudades”.

Frente a esta situación, las comisiones recomendaron que el inicio de clases escolares de manera presencial se realice de manera “progresiva, escalonada y diversificada, retomando las inquietudes provenientes de las familias, los gremios y sectores educativos”.

“El lunes 25 de octubre, se ha dado inicio al Año Escolar 2021-2022 en modalidad presencial, marcado por un gran ausentismo; las circunstancias que hoy vivimos exigen de nosotros la valentía de colocar a la persona en el centro, se hace imperioso replantearse la viabilidad de esta presencialidad tomando en cuenta las graves deficiencias que hoy tenemos”, pidieron.

Los prelados indicaron que el no comenzar también es un riesgo, pero remarcaron que “es necesario disponer de un tiempo que permita la planeación del uso adecuado de los recursos existentes, con responsabilidad y creatividad”.

“Todos los actores involucrados en el quehacer educativo se deben disponer a diseñar un proyecto educativo que sea provechoso para todos y genere los frutos de un verdadero Pacto Educativo Global capaz de construir el humanismo que requiere la nueva sociedad que se está fraguando”, agregaron.


Los obispos indicaron la necesidad de incrementar “las iniciativas de apoyo a los niños, niñas, adolescentes, jóvenes y a sus familias, para que el inicio de este nuevo año escolar represente verdaderas oportunidades de progreso y no un problema aún mayor a la golpeada familia venezolana”.

También, recordaron la difícil situación de los docentes venezolanos, a quienes denominaron los “héroes no reconocidos”, que han sido víctimas de “la crisis humanitaria compleja” que vive el país.

“Muchos profesionales de la docencia perseveran en su vocación docente y también muchos lamentablemente se encuentran desempeñando gran cantidad de oficios informales para lograr la subsistencia”, lamentaron.

Las comisiones indicaron que los docentes se “siente infravalorado, indefenso, desmotivado, desamparado, humillado, presionado e incluso extorsionado en virtud de su vocación” y resaltaron que es necesario cuidar de los profesores, porque “sin ellos no hay Educación”.

“Hay que salir al paso de esta realidad con soluciones concretas: salarios dignos, Seguridad Social, servicios de seguro médico y funerario, oportunidades de formación y profesionalización permanentes, entre otros bienes y servicios que les garanticen una auténtica calidad de vida”, pidieron.

Los obispos reconocieron la labor heroica de los profesionales de la educación que “a pesar de las condiciones en las que se encuentra este ejercicio docente, siguen comprometidos día a día. Dios los bendiga y los sostenga, y les premie sus servicios”.


Fuente:www.aciprnsa.com

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