Wanda Poltawska. Crédito: Dominio público / San Juan Pablo II. Crédito:: Vatican Media
A principios de este mes se celebró una Misa en la Basílica de Santa María en Cracovia (Polonia) por los 100 años de Wanda Półtawska, estrecha colaboradora y amiga del Papa San Juan Pablo II.
La Eucaristía fue presidida por el Cardenal Stanisław Dziwisz, Arzobispo Emérito de Cracovia y que fue durante más de 40 años secretario del Papa Wojtyla.
Asistieron a la Misa familiares, amigos, colegas y autoridades civiles como la presidenta de la Cámara de Diputados, Elżbieta Witek; y el secretario de Estado ante la Cancillería del presidente de la República de Polonia, Wojciech Kolarski.
El Cardenal Dziwisz compartió la alegría de todos los presentes en la Basílica de Santa María para celebrar, con la Misa, el cumpleaños de la doctora Półtawska, “una mujer extraordinaria a quien la Iglesia y Polonia le deben tanto".
El Cardenal también recordó que en su juventud, Wanda Póltawska sufrió el infierno de las cárceles y los campos de concentración nazis, pero “en este crisol de sufrimiento y humillación, sin embargo, emergió el oro de su amor y servicio”.
El Purpurado resaltó que esta mujer polaca destacó como esposa, madre, doctora y profesora universitaria, “con la gran causa de la defensa de la vida humana desde su concepción" y también con la familia, "para preparar a los jóvenes para el proyecto del hermoso amor conyugal".
El Arzobispo Emérito de Cracovia resaltó también la amistad que unió a Póltawska con el Papa San Juan Pablo II.
“Su amistad y su legado espiritual han dado vida a un bien enorme que ha enriquecido a la Iglesia, no solo en nuestro país. No basta decir cuánto apreció Juan Pablo II la rectitud, la sabiduría, la experiencia y el apasionado esfuerzo de la doctora en los grandes temas del hombre, la familia y la sociedad”.
El Cardenal también recordó que la Misa es la expresión de acción de gracias de la Iglesia y del mismo San Juan Pablo II “por el testimonio del Evangelio dado por la doctora” y ha terminado su homilía citando el salmo 116: “¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? Alzaré la copa de la salvación e invocaré su nombre”.
Traducido y adaptado por Walter Sánchez Silva. Publicado originalmente en ACI Stampa
Fuente:www.aciprensa.com
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