POR GISELLE VARGAS | ACI Prensa
El senador nacional por la provincia de Buenos Aires, Esteban Bullrich, renunció a su cargo el 9 de diciembre a través de un mensaje en el que agradeció a Dios por la cruz que debe cargar: una esclerosis lateral amiotrófica (ELA).
El senador de Propuesta Republicana (PRO) de 52 años de edad, anunció el 28 de abril de 2021 que padece ELA, enfermedad neurológica degenerativa que provoca parálisis muscular y le dificulta el habla.
En su trayectoria como parlamentario votó en contra de la legalización del aborto el 30 de diciembre de 2020; estuvo a favor de la educación sexual con el objetivo de evitar embarazos adolescentes y abortos; y siendo ministro de Educación de la Nación expresó que la educación religiosa debería volver a las escuelas.
Apoyó al entonces Cardenal Jorge Mario Bergoglio -actual Papa Francisco-, cuando este se pronunció en contra del “matrimonio igualitario”, pero el día de la votación del proyecto se ausentó por licencia.
Bullrich se acercó aún más a la Iglesia Católica cuando a su hija mayor le detectaron cáncer a los 7 años de edad y luego un tumor a los 13.
Bullrich asistió este 9 de diciembre al Senado, acompañado de su familia, y pronunció su discurso apoyado en una aplicación creada por una joven argentina llamada “Háblalo”.
Agradeció “primero a Dios por esta cruz. Él nunca nos pone pruebas que no podamos superar. Y aunque a veces duela el cincel del escultor, sé que sólo si nos dejamos moldear por Él llegamos a nuestra mejor versión”.
“Esta cruz me ha permitido recibir infinitas muestras de cariño y amor diariamente. Esta cruz que me ha enseñado que la vida es hoy y el mañana, el mañana es esperanza”, agregó Bullrich, que en partes de su discurso intentaba contener las lágrimas.
Luego tuvo palabras de agradecimiento para su esposa María Eugenia, con quien lleva 22 años de matrimonio, para sus cinco hijos, para el equipo de trabajo, para su bloque, entre otros.
El senador debía cumplir mandato hasta el 2023 y a pesar de que su bancada le ofreció trabajar en forma telemática, él explicó que dedicará tiempo a su familia y a las terapias para enfrentar la ELA.
“Gracias de nuevo y tomen mi compromiso de trabajar desde otro lado, pero con la misma voluntad. No hay hombres imprescindibles, hay actitudes imprescindibles”, dijo Bullrich.
“Me siento en este recinto con una profunda humildad, y a la vez un enorme orgullo. Humildad por ser parte de este cuerpo, tanto más grande que todos nosotros, y orgullo porque ser parte del Senado de la Nación es ser parte del debate donde viven nuestra democracia, nuestra libertad y nuestro constante intento de construir un país mejor”, aseguró Bullrich.
“Ser parte del Senado de la Nación ha sido uno de los honores más grandes, impensados y desafiantes de mi vida política y de mi vida en general. Acá encontré a un grupo de personas comprometidas con sus provincias y con la patria y pude hacer mi aporte para lograr lo que voy a seguir buscando: un mejor país para mis hijos”, agregó.
Bullrich pidió que se le recuerde por la constante búsqueda del diálogo, actitud que “no puede ser solamente táctica, convencimiento y competencia” porque “la lógica transaccional en la que negociar es solamente un cálculo contable nos despoja de sentido y nos convierte en meros mercaderes políticos que dejan de mirar el bien común”, aseguró.
De esa manera, el diálogo es “la búsqueda de la razón entre dos, debe ser un acto de generosidad, de amor y de caridad cristiana, entendiendo que la verdad y la justicia son valores que encontrar, no propiedad de alguna de las dos partes”.
“Abandono los honores, pero no la lucha, que es mi sostén. Seguiré trabajando por un país mejor porque ese es el compromiso que asumí por mis hijos hace 20 años y es un compromiso para toda la vida”.
El senador precisó además que a través de la Fundación Esteban Bullrich creada el pasado 12 de noviembre, se dedicará a la investigación y apoyo para personas que padecen su misma enfermedad.
Fuente:www.aciprensa.com
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