Diócesis celebra cierre del año jubilar en honor al Beato Fray Mamerto Esquiú

POR GISELLE VARGAS | ACI Prensa

Fray Mamerto Esquiú. Crédito: Prensa Obispado Catamarca.

El 10 de enero, en el 139° aniversario de fallecimiento del beato argentino Fray Mamerto Esquiú, la Diócesis de Catamarca cerró el Año Jubilar en su honor, tiempo en el que los fieles pudieron conocer sobre su valiosa figura, su legado y su humilde y coherente apostolado.

El tiempo jubilar que comenzó el 10 de enero de 2021 tuvo por lema “Fray Mamerto, pastor y peregrino, testimonio de unidad”.

Con el objetivo de reflexionar y difundir la valiosa figura y fecundo legado del franciscano se realizaron congresos académicos y de comunicación, material audiovisual para medios, charlas, publicación de libros biográficos y se celebró la beatificación el 4 de septiembre de 2021.

Para celebrar ese tiempo de gracia la comunidad diocesana realizó entre el 8 y 10 de enero adoraciones al Santísimo Sacramento, rezos del Santo Rosario, procesiones y Misas.

El 10 de enero, durante la Misa de clausura, el Obispo de Catamarca, Mons. Luis Urbanc, afirmó que “Mamerto Esquiú es propuesto como modelo de vida no sólo para los catamarqueños sino para todos los argentinos, porque puso en el centro a Jesucristo”.

“Siempre anunció a Jesús que le iba iluminando la decisión de cada día; iluminando en ese diálogo que había que hacer con la cultura, la política, la economía, con las otras religiones, porque Cristo marca un antes y un después de los seres humanos aquí en la tierra”.

En ese sentido, Mons. Urbanc dijo que “si hay algo que debemos aprender de Mamerto es su coherencia. Obró en la política, pero no se dejó ensuciar por ella, incluso se fue desencantando, se sacrificó mucho porque él estaba en la verdad de Jesús, y no podía permitir que intereses mezquinos vayan por encima del bien común”.

En la Misa de la noche del 10 de enero, el ministro provincial de la Orden Franciscana, fray Emilio Andrada, destacó “la humildad pastoral de Esquiú”, “quizás lo que le valió el cariño y admiración de ricos y pobres, de ilustrados y simples, incluso de fieles fervorosos y otros menos firmes en su fe, porque lo único que él procuraba, era servir a los demás para que se convirtieran y se hicieran discípulos del Señor”.

Fray Andrada agregó que el Beato Mamerto Esquiú “fue un verdadero peregrino, pues nunca hizo lo que se le ocurría, sino que cada paso en su camino de la vida fue fruto de una profunda y sincera reflexión ante el Señor y, contando con la mediación de la necesaria consulta a sus superiores”.

El ministro provincial también destacó los discursos y el empeño del Beato Mamerto Esquiú para “concientizar a los habitantes de esta tierra nuestra de la imprescindible consigna de unidad, para poder alcanzar el loable fin del bien común”


El P. Andrada alentó a los fieles a poner alguna de las virtudes del beato “en práctica en nuestras propias vidas, según las posibilidades de cada uno”.

“También nosotros podemos practicar la humildad en tanto vamos teniendo conciencia de la grandeza inherente a nuestras personas y a nuestro destino, grandeza que sólo debemos, como el Beato Mamerto Esquiú, a la gracia de Dios”, concluyó.

Las Misas y procesiones contaron con la participación de vicarios diocesanos, sacerdotes, los frailes menores de Catamarca, autoridades civiles y peregrinos.





Fuente:www.aciprensa.com

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