Papa Francisco alienta a religiosas a ayudar a jóvenes con la fuerza del Evangelio

POR WALTER SÁNCHEZ SILVA | ACI Prensa

El Papa Francisco en la audiencia hoy con las religiosas de la Congregación Notre Dame Canonesas de San Agustín. Crédito: Vatican Media

Al recibir este lunes en audiencia en el Vaticano a las religiosas de la Congregación Notre Dame Canonesas de San Agustín, que realizan en Roma su capítulo general, el Papa Francisco las alentó a ayudar y educar a los jóvenes con la fuerza del Evangelio.

“Ante los desafíos y los peligros que amenazan a los jóvenes, auspicio que vuestro esfuerzo y entusiasmo, forjados en la fuerza del Evangelio, les permita recuperar el gusto por la vida y el deseo de construir una sociedad digna”, dijo el Papa a las religiosas fundadas por San Pierre Fourrier y la Beata Alix Le Clerc

“Queridas hermanas, cuento con ustedes, tengo confianza en ustedes, la Iglesia confía en ustedes. Con sus palabras, sus acciones y su testimonio, ustedes envían un fuerte mensaje al mundo que rechaza las categorías vulnerables”.

El Santo Padre también alentó a las religiosas a “beber, con la oración y la adoración, de la fuente del bien y de la verdad, y encuentren en la comunión con Cristo muerto y resucitado, la fuerza para poner una mirada positiva, una mirada de amor, una mirada de esperanza, una mirada compasiva, una mirada de ternura sobre el mundo, prestando especial atención a los sectores desfavorecidos de la sociedad”.

De ese modo, “su misión de educadoras dará frutos de calidad en el seno del pueblo para el bien de la sociedad. Gracias a su carisma, que busca descubrir el amor de Cristo a cada persona, ustedes contribuyen a abrir nuevos horizontes y a crear espacios de fraternidad”.

De hecho, resaltó el Pontífice, “educar es siempre un acto de esperanza que invita a la coparticipación y a la transformación de la lógica estéril y paralizante de la indiferencia en otra lógica distinta, capaz de acoger nuestra pertenencia común”.

El Papa alentó también a las religiosa a “hacerse más cercanas a las personas que viven el aislamiento, la tristeza o el desaliento”, ante las múltiples crisis que ha producido el COVID-19, también en la educación y en los jóvenes.

El Santo Padre las animó a “privilegiar el idioma de la proximidad, el lenguaje del amor desinteresado, relacional y existencial que toca el corazón, llega a la vida, despierta esperanza y deseos”.

El Papa Francisco también las exhortó a “ser discípulas misioneras y comunidades de esperanza y alegría, ya que el gran peligro del mundo actual, con su múltiple y agobiante oferta de consumo, es una tristeza individualista que brota de un corazón cómodo y avaro, de la búsqueda enfermiza de placeres superficiales, de una conciencia aislada, el drama de la conciencia aislada”.

“Cuando la vida interior se encierra en los propios intereses, no hay lugar para los demás, ya no entran más los pobres”, alertó.


Fuente:www.aciprensa.com

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