POR MERCEDES DE LA TORRE | ACI Prensa
Rector Mayor de los Salesianos, P. Ángel Fernández Artime SDB. Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa
El rector mayor de la Congregación Salesiana, P. Ángel Fernández Artime, destacó la importancia de San Francisco de Sales en el carisma de San Juan Bosco.
Con ocasión de la conmemoración de los 400 años de la muerte de San Francisco de Sales que se celebra durante este año 2022, P. Ángel Fernández Artime explicó a ACI Prensa por qué San Francisco de Sales es el patrono de la Congregación fundada por don Bosco.
“Don Bosco, que nació en el 1815 y era un joven sacerdote en 1841, bebió fuertemente de la espiritualidad de San Francisco de Sales, hasta el punto de que el lema de Francisco de Sales ‘Dame Almas y llévate todo lo demás’ don Bosco lo hizo su norma de vida, lo tenía hasta en un hermoso cartel a la entrada de su oficinita como como programa de vida y toda su vida se guió por la espiritualidad y el estilo y la dulzura y el optimismo de Francisco de Sales”, relató P. Ángel.
En esta línea, el rector mayor de los Salesianos describió que en 1859 al comienzo de la Congregación, don Bosco explicó a los primeros muchachos “nos llamaremos Salesianos, no dijo nos llamaremos ‘Bosquimanos’ como su apellido, no, no nos llamaremos Salesianos porque Francisco de Sales será el inspirador de nuestro modo de estar en medio de los muchachos”.
“Es decir, hay una conexión total con nosotros Salesianos, de Don Bosco, y San Francisco de Sales como nuestro patrono, porque ‘el Santo de la amabilidad’ hablaba de los jóvenes”, añadió.
Asimismo, Fernández Artime recordó que “el carisma de Don Bosco y de los Salesianos, son los jóvenes, es decir, la educación y la evangelización de los jóvenes en el mundo”.
“Nuestro carisma no es la escuela, tenemos 1900 escuelas, 2800 parroquias, más de 3000 oratorios, centros juveniles, casas para chicos de la calle, universidades, instituciones universitarias… El carisma no es lo que hacemos, sino que nosotros vamos al encuentro de los jóvenes -muchachos, muchachas-, a veces también de muchachitos que están abandonados en las calles, en tantas ciudades y con una única finalidad, prepararlos para la vida y ayudarlos a que puedan vivir la vida con un sentido pleno. Ese sería la definición del salesiano de Don Bosco hoy, como lo hemos recibido de Don Bosco”, indicó.
De este modo, P. Ángel destacó a ACI Prensa la experiencia pastoral de San Juan Bosco con jóvenes en las cárceles de Turín para -lo que ahora se llama la ‘educación preventiva’- evitar que los jóvenes pierdan los valores morales y elijan caminos que los conduzcan al mal, incluso vayan a la cárcel.
“El sistema preventivo salesiano ni siquiera es un método pedagógico, es un estilo de vida, es decir, poner a los muchachos, muchachas jóvenes en un tipo de modo de ser, de relacionarse, de estar con Él que les evite ir por caminos que les puedan hacer daño…”, advirtió.
En este sentido, el superior de los Salesianos dijo que la educación y prevención, siempre, naturalmente, consiste en ser “educadores en la fe con gran libertad” para “que los jóvenes puedan descubrir el sentido de sus vidas, también en Dios”.
Luego, Fernández Artime señaló que en el último Capítulo General de la Congregación reflexionaron en qué tipo de Salesianos necesitan los jóvenes de hoy y explicó “hemos pedido Salesianos que sean, ante todo, hombres de interioridad, hombres de Dios, hombres para los demás, pero desde Dios y con profundas raíces en Dios. Pedimos Salesianos capaces de querer ir al encuentro de los jóvenes -muchachos, muchachas- y en particular los más pobres, los más necesitados, los más descartados esta consigna es fortísima para nosotros”.
Finalmente, el rector mayor de los Salesianos resaltó un rasgo de la personalidad de don Bosco que puede ayudar al mundo de hoy: “Era, ante todo, fue un hombre de gran esperanza, fue un hombre que creía en que en el corazón de cada persona siempre había un trocito de bien que era importante descubrir, encontrar”.
“Fue un hombre que creía que todo era posible, pero que al mismo tiempo se arremangaba las manos para moverse, para llamar a las puertas, para pedir ayuda, para no estar solo. Yo creo que este es el mensaje para hoy: el mundo necesita esperanza, no necesita palabras vacías, no necesita que nos vendan humo, pero sí esperanza con motivos sólidos para vivir, para seguir confiando en quienes tienes al lado y en el caso de muchos de nosotros, para seguir creyendo que Dios no nos deja”, concluyó.
Fuente:www.aciprensa.com
Comentarios