Redacción ACI Prensa
Mons. Stanislaw Gadecki y Mons. Georg Bätzing. Crédito: Episkopat.pl / Bistum Limburg
El presidente de la Conferencia Episcopal Polaca (CEP), Mons. Stanislaw Gadecki, expresó en una extensa carta su “fraterna preocupación” por el rumbo del polémico Camino Sinodal de la Iglesia en Alemania.
En la carta publicada el 22 de febrero en el sitio web del Episcopado polaco, el Arzobispo cuestionó si el Camino Sinodal de la Iglesia en Alemania, que reúne a obispos y laicos, está enraizado en el Evangelio.
“La Iglesia Católica en Alemania es importante en el mapa de Europa y soy consciente de que irradiará su fe o su incredulidad a todo el continente”, escribió al presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, Mons. Georg Bätzing.
“Por lo tanto, miro con inquietud las acciones del 'Camino Sinodal' alemán hasta ahora. Observando sus frutos, se puede tener la impresión de que el Evangelio no es siempre la base de su reflexión”.
Es probable que la intervención de Mons. Gadecki intensifique el debate sobre el polémico Camino Sinodal, un proceso de varios años que aborda la forma en que se ejerce el poder en la Iglesia, la moral sexual, el sacerdocio y el papel de la mujer; todo esto ante la grave crisis de abusos sexuales por parte de miembros del clero en Alemania.
En una reunión a principios de este mes, los participantes del Camino Sinodal votaron a favor de un borrador que pide sacerdotes casados en la Iglesia latina, la ordenación de mujeres, la bendición de parejas del mismo sexo y cambios en la enseñanza católica sobre la homosexualidad.
El Camino Sinodal también ha sido criticado por miembros de la Iglesia Católica en Alemania.
Integrantes de la iniciativa “Nuevo comienzo” expresaron también a principios de este mes su temor de que este proceso profundice las divisiones entre los católicos.
“El próximo cisma en la cristiandad está a la vuelta de la esquina. Y nuevamente se dará en Alemania”, advirtieron.
Sin embargo, Mons. Bätzing rechazó las afirmaciones de que el Camino Sinodal llevará al cisma.
En su carta, Mons. Gadecki se refirió a la reciente votación y pidió a Mons. Bätzing que resista las presiones que buscan que la Iglesia esté en línea con la opinión pública.
“Fieles a la enseñanza de la Iglesia, no debemos ceder a las presiones del mundo ni a los patrones de la cultura dominante, ya que esto puede conducir a la corrupción moral y espiritual”, escribió.
“Evitemos la repetición de consignas desgastadas y exigencias estándar como la abolición del celibato, el sacerdocio femenino, la comunión para los divorciados y la bendición de las uniones del mismo sexo”, añadió.
La intervención de Mons. Gadecki cobra mayor importancia considerando que Polonia y Alemania son países vecinos que comparten una frontera de unos 480 kilómetros.
Sin embargo, las diferencias entre la Iglesia Católica en ambos países resultan significativas.
Más del 90% de los 38 millones de habitantes de Polonia se reconocen como miembros de la Iglesia Católica, con un 36.9% de católicos que regularmente van a Misa.
En Alemania, alrededor del 27% de los 83 millones de habitantes son católicos, con solo un 5.9% de fieles que van a Misa. Además, en 2020 más de 220 mil personas dejaron formalmente la Iglesia Católica.
En su carta, Mons. Gadecki resaltó la historia compartida de los católicos polacos y alemanes, incluido el proceso de reconciliación después de la Segunda Guerra Mundial que fue apoyado por quien sería el Papa San Juan Pablo II y su mentor, el Beato Cardenal Stefan Wyszynski.
“Teniendo en cuenta esta comunión de fe e historia entre Polonia y Alemania, me gustaría expresar mi profunda preocupación y ansiedad respecto a la información que se ha recibido recientemente de algunas esferas de la Iglesia Católica en Alemania”, escribió el también Arzobispo de Poznan.
“Entonces, en espíritu de caridad cristiana, me tomo la libertad de dirigirle –como presidente de la Conferencia Episcopal Alemana– esta carta, llena de solicitud fraterna y en espíritu de responsabilidad compartida por el depósito de la santa fe apostólica, confiada a nosotros por Cristo”, expresó el Arzobispo polaco.
El Arzobispo indicó que a lo largo de la historia figuras destacadas han intentado reinventar el cristianismo para su propia época a través de un proceso de sustracción.
Citó a Thomas Jefferson, el tercer presidente de los Estados Unidos, quien produjo una versión de la Biblia que eliminó pasajes que consideraba que no eran de Jesús, sino de “apóstoles sin educación”.
“Convencido de que tenía el criterio para distinguir una oración de otra, decidió hacerlo con tijeras. De ese modo compuso un apócrifo moderno que, según su autor, es mejor que el original”, escribió.
“No se puede excluir que el proprium christianum –lo que es característico del cristianismo– se exprese precisamente en estos que son los fragmentos más difíciles de la Biblia y que caen bajo las 'tijeras de Jefferson'”, indicó.
Mons. Gadecki dijo que otra tentación que afronta la Iglesia hoy es buscar la enseñanza de Cristo a la luz de los últimos postulados de la psicología y las ciencias sociales.
“Si algo en el Evangelio no está de acuerdo con el estado actual del conocimiento en estas ciencias, los discípulos, tratando de salvar al Maestro de verse comprometido a la luz de sus contemporáneos, tratan de ‘actualizar’ el Evangelio”, escribió.
“La tentación de 'modernizar' se refiere de manera particular al ámbito de la identidad sexual. Sin embargo, se olvida que el estado del conocimiento científico cambia con frecuencia y, a veces, dramáticamente”.
Como ejemplo puso la Ley de Origen Nacional que restringió la inmigración a Estados Unidos, aprobada por el Congreso en 1924.
“La principal razón fue la creencia de que los pueblos como los italianos y los polacos, por ejemplo, eran racialmente inferiores”, indicó Mons. Gadecki.
“De otro lado, basado en el conocimiento de la eugenesia, un estimado de 70 mil mujeres pertenecientes a minorías étnicas fueron esterilizadas a la fuerza en los Estados Unidos en el siglo XX”.
Precisó además que la historia del conocimiento científico ha estado marcada no solo por “errores” sino por “falacias ideológicas”, en referencia a un estudio del sexólogo Alfred C. Kinsey.
Indicó luego que los libros de psicología y ciencias sociales “considerados infalibles” hoy podrían ser “hechos a un lado” por generaciones futuras.
También agregó que los católicos en Alemania, también en Polonia, deben evitar vivir con una “especie de complejo de inferioridad” sobre su fe.
Mons. Gadecki observó que el éxodo de los católicos y la marcada baja en las vocaciones al sacerdocio han suscitado una serie de llamados para relajar el celibato sacerdotal.
Pero dijo que esta respuesta corre el “riesgo del pensamiento corporativo: ‘no hay suficientes empleados, entonces bajemos los criterios de reclutamiento’”.
En relación al apoyo del Camino Sinodal a la ordenación de mujeres, el Arzobispo recordó que San Juan Pablo II “ha dejado establecido definitivamente este asunto” con su carta apostólica Ordinatio sacerdotalis, que ha sido confirmada por el Papa Francisco.
También se refirió al apoyo de los participantes del Camino Sinodal a un borrador que describió como “la escandalosa y errada práctica de bendecir relaciones del mismo sexo”, así como “los intentos de cambiar la enseñanza de la Iglesia respecto al pecado de los actos homosexuales”.
“El Catecismo claramente distingue entre las inclinaciones homosexuales y los actos entre personas del mismo sexo. Enseña el respeto por cada ser humano sin importar su inclinación, pero inequívocamente condena los actos del mismo sexo como actos contra natura”, recordó.
“Pese al clamor, el ostracismo y la impopularidad, la Iglesia Católica –fiel a la verdad del Evangelio y al mismo tiempo movida por el amor a todo ser humano– no puede quedarse callada y condonar esta falsa visión del hombre, mucho menos bendecirla o promoverla”.
Hablando sobre una reciente reunión con Mons. Bätzing en Poznan, Mons. Gadecki indicó que entiende que su homólogo alemán estaba “profundamente preocupado” por la grey que le ha sido confiada, “y que existe el deseo de que ninguna de las ovejas se pierda”.
Finalmente, el Arzobispo polaco citó al apóstol San Pablo cuando envía un mensaje a los Efesios, a quienes alienta a “ponerse la armadura de Dios” y así “mantenerse firmes”.
Traducido y adaptado por Walter Sánchez Silva. Publicado originalmente en CNA
Fuente:www.aciprensa.com
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