POR WALTER SÁNCHEZ SILVA | ACI Prensa
Bandera de Ucrania. Crédito: Max Kukurudziak / Unsplash
La fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) envía un millón de euros a la Iglesia Católica en Ucrania para sostener su labor ante la grave crisis humanitaria generada por la invasión de Rusia.
“Lo que todos queríamos evitar ha sucedido. Ucrania está en estado de guerra. ACN ha apoyado a la Iglesia en Ucrania en el pasado y no la abandonará en este momento tan crítico y difícil”, explicó Thomas Heine-Geldern, presidente ejecutivo de ACN.
En la mañana de este 24 de febrero, el Gobierno de Vladimir Putin ordenó a las fuerzas militares rusas invadir las regiones ucranianas de Lugansk y Donetsk, pero los ataques se extendieron a otras partes de Ucrania.
Las autoridades ucranianas informaron de bombardeos en todo el país, incluso en aeródromos y cuarteles generales militares cerca de la capital Kiev.
Se ha informado de la muerte de militares y civiles.
Los separatistas prorrusos han reportado la captura de pequeños pueblos en la zona este de Ucrania; y el presidente del país, Volodymyr Zelensky, impuso la ley marcial en todo el país.
Con el agravamiento de la crisis, ACN se comprometió a apoyar a 4.879 sacerdotes y religiosos, así como a 1.350 religiosas en Ucrania para que puedan seguir con los programas de pastoral y ayuda.
La fundación pontificia ofreció ayuda de emergencia a los cuatro exarcados greco-católicos y a las dos diócesis latinas del este de Ucrania, ubicadas en las zonas de Kharkiv, Zaporizhya, Donetsk, Odesa y Krym.
“Especialmente ahora, ACN tiene que asegurar la presencia de sacerdotes, religiosas y hermanos con sus fieles, en las parroquias, con los refugiados, en los orfanatos y en las casas de madres solteras y de ancianos, que afrontan el desafío de sobrevivir en un clima de creciente espiral, como resultado de la guerra”, indicó Heine-Geldern.
Mons. Pavlo Honcharuk, Obispo de Kharkiv, una de las diócesis que recibirá la ayuda de ACN, explicó que “la situación es peor cada día. Vivimos hora por hora. Los precios siguen subiendo, especialmente de las cosas esenciales. La situación en la diócesis es muy difícil”.
El Prelado ucraniano lamentó que “el número de fieles ha descendido y los que quedan, desafortunadamente, no pueden mantener las parroquias ni atender a los sacerdotes. Vienen a nosotros y piden ayuda para los sacerdotes y religiosas”.
Con la ayuda de emergencia provista por ACN, en esta diócesis serán 57 sacerdotes y 54 religiosos, hombres y mujeres, los que podrán mantenerse con cosas esenciales como gas, electricidad, combustible y comida; y también ayudar a quienes menos tienen.
La situación financiera en el país se ha deteriorado desde que empezó el conflicto en el este hace ocho años, pero desde la crisis de enero de este 2022, la moneda nacional, el hryvna, se ha devaluado cada vez más. Esto se ha agudizado luego que Rusia reconoció las dos regiones separatistas como entidades independientes: Luhansk y Donetsk.
Thomas Heine-Geldern dijo que “este conflicto es también una guerra psicológica. La gente necesita consuelo, fuerza y apoyo”.
“La ayuda de emergencia de ACN, además del apoyo actual, fortalecerá a la Iglesia Católica en Ucrania en su compromiso de quedarse allí y mantener a los fieles ante la guerra militar y económica”, afirmó.
Finalmente, el presidente de ACN aseguró “nuestras oraciones por el pueblo de Ucrania, para que por la intercesión de Nuestra Señora de la Paz, pueda librarse del dolor de la violencia y la pérdida de la vida”.
Etiquetas: solidaridad, Paz, guerra, Rusia, Ucrania, Iglesia greco-católica, ACN, Crisis humanitaria
Fuente:www.aciprensa.com
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