POR GISELLE VARGAS | ACI Prensa
Imagen referencial. Crédito: Basílica Santuario Nuestra Señora de los Milagros de Caacupé.
Los obispos de Paraguay, reunidos en la 233º asamblea plenaria, alentaron a los fieles a vivir la “caridad y sensibilidad como bandera de la misión”.
La reunión comenzó el 28 de febrero y concluirá el 4 de marzo. Ayer, 2 de marzo, los obispos de Paraguay emitieron un comunicado en el que recordaron que en Cuaresma los fieles están llamados a “practicar el bien con gozo y alegría” también se deben “abocar a la conversión personal y comunitaria”.
“Nuestro país necesita cambios urgentes y radicales para garantizar una sociedad más justa, equitativa y solidaria, lo cual puede darse a partir de una profunda conversión y cambio de mentalidad”, agregaron.
También recordaron que la Iglesia en Paraguay celebra el Año del Laicado con el lema “Al instante se pusieron en camino para anunciar a Cristo”, y por ello invitaron a todos “a participar haciendo el bien en caridad activa hacia el prójimo”.
“Pongámonos en camino y visitemos a los enfermos, ancianos y los hermanos en situación de calle. La Cuaresma es tiempo oportuno para que cada uno tomemos nuestra bandera y nos acerquemos donde están ‘hermanos y hermanas heridos en el camino de la vida’. Hacer el bien también es escuchar, sanar y ayudar a los más pequeños e indefensos”, afirmaron.
En ese sentido, los obispos sostuvieron que es un tiempo oportuno para reflexionar sobre lo que está aconteciendo en el mundo, como el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania; y en Paraguay con el “narcotráfico y su contaminación con la esfera política”, instituciones públicas y servidores públicos. “Evidencia de una mala siembra que no supimos controlar a tiempo como sociedad”, expresaron.
“Es grave y preocupante el avance de este mal endémico que enferma y lastima severamente a nuestro país, pero aún estamos a tiempo ‘No nos cansemos de hacer el bien’”, sostuvieron.
Los obispos de Paraguay pidieron a la Virgen María que “ante los grandes desafíos que tiene nuestro país en estos tiempos y ante la necesidad de una verdadera conversión personal y comunitaria”, se pueda “erradicar los males de nuestra sociedad y sembrar buenas semillas para cosechar buenos frutos”.
Fuente:www.aciprensa.com
Comentarios