Responsable auditor abusos en la Iglesia de España: “Será un proceso de sanación"

Redacción ACI Prensa

Imagen referencial. Crédito: Unsplash

Javier Cremades, presidente del despacho de abogados Cremades & Calvo Sotelo, explicó cómo afrontará la tarea encomendada por parte de los Obispos de España de realizar la investigación de los casos de abusos sexuales, así como auditar el trabajo realizado por las oficinas diocesanas hasta ahora.

En una entrevista concedida al diario ABC, Cremades aseguró que la Conferencia Episcopal Española (CEE) contactó con el despacho de abogados para encargarle la investigación antes de que comenzaran diversas presiones mediáticas y políticas.

El primer contacto entre la CEE y el bufete de abogados "fue el 7 de enero", antes de que los partidos políticos Podemos y ERC pidieran la creación de una comisión en el Congreso de los Diputados que investigara los casos de abusos en la Iglesia. Algo que "como ciudadano y jurista, un problema tan delicado y tan humano como este no tiene en una comisión parlamentaria un mecanismo idóneo para resolverse", precisó.

Posteriormente el Gobierno de España propuso una comisión que fuera liderada por el Defensor del Pueblo, el exministro socialista Ángel Gabilondo. Una opción que Cremades considera “un organismo más neutral”.

De hecho, asegura que en “la hoja de encargo que tenemos de los Obispos prevé la colaboración con cualquier órgano de investigación que puedan poner en marcha las autoridades públicas. La idea es que si queremos dar luz, cualquiera que quiera trabajar o investigar va a ser bienvenido”.

Además precisa que unas 20 víctimas ya se han puesto en contacto con ellos a través del mail habilitado desde el despacho denunciaabusos@cremadescalvosotelo.com y han comenzado a mantener conversaciones.

“Esto debe ayudar a un comportamiento aún más ejemplar de la Iglesia católica. El dilema moral no es solamente que hubo abusos, porque los ha habido y, desgraciadamente, los sigue habiendo y no sólo en la Iglesia”, aseguró.

Y subrayó que “el problema es más grave, porque la Iglesia tenía encomendada la tutela moral de las personas que acudían a ella, que buscaban su amparo para desarrollar su educación. Por eso tiene un componente mayor de perversión que esto lo haga una persona consagrada o conectada con lo sagrado. Es una traición doblemente grave. La Iglesia necesita recuperar esa autoridad moral para seguir promoviendo el respeto a los derechos de la infancia y la integridad y dignidad de la persona. Al final en esto, si lo hacemos bien, será un proceso de sanación de toda la sociedad y también de recuperación de autoridad moral de la Iglesia, que algo ha perdido en todo este proceso”.

“Este es un problema que tiene una dimensión social, política y jurídica, pero no hay que olvidar que debajo de lo que estamos analizando hay situaciones dolorosas y delicadas. Porque son seres humanos que en su momento de mayor vulnerabilidad fueron atacados, y no fueron protegidos, por personas que tenían autoridad, que eran adultos y deberían haber cuidado de ellos. A quien lo ha sufrido le ha dejado una huella profunda que hay que respetar con enorme delicadeza. Ese es el origen de la gravedad moral de este problema”, aseguró Cremades a ABC.

Desde la Conferencia Episcopal Española (CEE) no han puesto “ningún límite temporal ni material”, sino que el encargo “es hacer un análisis de todo lo que ha sucedido” en el plazo de un año.

Un periodo de tiempo bastante reducido y menor del que han necesitado otros países, algo que Cremades atribuye a tener la experiencia previa de otros países, “un know how del que podemos aprender” y también por el trabajo previo realizado por las oficinas de denuncias de las diócesis y las congregaciones religiosas “que llevan ya años investigando”.

Una nueva etapa

El inicio de esta auditoría encargada por la CEE se debe, en opinión de Cremades, a que los Obispos de España “han iniciado una nueva etapa” y aunque reconoce que la presión de la opinión pública, la acción por parte de los poderes públicos con la petición de comisiones de investigación ha podido tener parte en la decisión, también precisó “este trabajo lo empezamos a diseñar en enero, antes de que se anunciara la comisión de investigación”, concretamente la Conferencia Episcopal Española se puso en contacto con el despacho de abogados el pasado 7 de enero y mantuvieron varias reuniones hasta el anuncio de la pasada semana.

Cremades también habló de su pertenencia al Opus Dei, que ha suscitado algunas reticencias entre asociaciones de víctimas, a lo que él explicó que “precisamente mi condición de católico me lleva a extremar el celo en la profesionalidad de lo que vamos a hacer” y recordó que Sauvé, el responsable de la investigación en Francia, también es católico practicante y “pronto se vio que su trabajo era profesional e independiente”.


Fuente:www.aciprensa.com

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