Arzobispo de Bogotá agradece a Hijas de María Auxiliadora por sanar corazón de los jóvenes

POR EDUARDO BERDEJO | ACI Prensa

Hija de María Auxiliadora en la Catedral de Bogotá. Crédito: Facebook Arquidiócesis de Bogotá

El Arzobispo de Bogotá (Colombia), Mons. Luis José Rueda Aparicio, agradeció a las Hijas de María Auxiliadora por sanar los corazones de los jóvenes a través de la educación y así formar “personas servidoras de Cristo Jesús”.

El Prelado dijo estas palabras durante la Misa que celebró este viernes 13 de mayo en la Catedral de Bogotá, para conmemorar los 150 años de fundación de esta congregación y 125 años de su presencia en Colombia.

El Instituto de las Hijas de María Auxiliadora fue fundado el 5 de agosto de 1872 por la religiosa Santa María Domenica Mazzarello, junto con San Juan Bosco, y forma parte de la familia salesiana.

A Colombia llegó hace 125 años y está presente en 15 departamentos, con 567 religiosas.

En su homilía, Mons. Rueda Aparicio afirmó que “fundar un instituto de estas características solamente se puede concebir si se confía totalmente en el Señor”; y así ocurrió con Don Bosco y la Madre Mazzarello, que “se sintieron amados” Cristo e instrumentos de ese amor “que busca un corazón simple, transparente, dispuesto a obrar dócilmente según la gracia del Espíritu Santo”.

El Arzobispo de Bogotá agradeció a las religiosas por los 150 años de servicio, porque “ustedes, en medio de su misión profunda de educar, están formando personas servidoras de Cristo Jesús, como Madre Mazzarello”.

En ese sentido, el Prelado dijo que usualmente se piensa que el corazón de los jóvenes no tiene “las cicatrices, las heridas del mal”. “Sin embargo, desde el mismo ambiente familiar y en el ambiente social, los jóvenes tienen un corazón que necesita ser sanado; y la educación puesta al servicio de la sanación del corazón de los jóvenes es necesaria hoy en día”, señaló.

Mons. Rueda dijo que el corazón del joven “necesita vibrar por la misericordia de Dios”, así como una luz que lo haga “salir del camino de tiniebla, de esclavitudes”.

Ahí, afirmó, “la educación y la misión educativa de ustedes, madres salesianas, es tan importante en Colombia y en el mundo. La vocación de ustedes es maravillosa”.

“Denle gracias a Dios queridas hermanas salesianas porque Dios las eligió para ser servidoras, y a través de sus manos, de sus palabras, de sus miradas, de su cercanía, de la entrega de toda su vida, Él está sanando a través de ustedes el corazón juvenil, necesitado de esa medicina de la ternura, de la amistad en Cristo, de la cercanía”, afirmó.

El Arzobispo de Bogotá dijo que “la juventud colombiana necesita compañeros de camino. ¿Quién camina con los jóvenes? Y preguntémonos, ¿estamos caminando con ellos?, ¿los estamos escuchando?”.

Mons. Luis José Rueda dijo que “ellos necesitan que nosotros seamos sus compañeros de camino para crecer en la confianza” en Dios.

“El mundo necesita la esperanza que solo Dios nos puede dar. Ustedes hermanas son signo e instrumento de esa esperanza”, aseguró el Prelado, que agradeció a las Hijas de María Auxiliadora por sus “150 años al servicio de la educación, curando las heridas de la conciencia y del corazón juvenil”.


Fuente:www.aciprensa.com

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