Papa Francisco pide una revolución espiritual y pacífica contra el diablo de la guerra

POR MERCEDES DE LA TORRE | ACI Prensa

Papa Francisco en el Vaticano. (Imagen referencial). Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa

El Papa Francisco alentó a los abuelos y a las personas mayores a impulsar una “revolución de la ternura” que consiste en protagonizar “una revolución espiritual y pacífica”.

“Pidamos a la Virgen, Madre de la Ternura, que nos haga a todos artífices de la revolución de la ternura, para liberar juntos al mundo de la sombra de la soledad y del demonio de la guerra”, escribió el Santo Padre en su Mensaje para la II Jornada Mundial de los Abuelos y de las personas mayores difundido por el Vaticano este 10 de mayo.

La II Jornada Mundial de los Abuelos y de las personas mayores se celebrará el 24 de julio de 2022.

El título del Mensaje del Papa, “En la vejez seguirán dando fruto”, se basa en el versículo 15 del salmo 92 que consiste en “una buena noticia, un verdadero “evangelio”, que podemos anunciar al mundo” y que va “contracorriente” respecto a lo muchas personas en el mundo piensan de la vejez.

“Queridas abuelas y queridos abuelos, queridas ancianas y queridos ancianos, en este mundo nuestro estamos llamados a ser artífices de la revolución de la ternura. Hagámoslo, aprendiendo a utilizar cada vez más y mejor el instrumento más valioso que tenemos, y que es el más apropiado para nuestra edad: el de la oración”, invitó el Papa.

En esta línea, el Santo Padre alentó a convertirse en “poetas de la oración: cultivemos el gusto de buscar palabras nuestras, volvamos a apropiarnos de las que nos enseña la Palabra de Dios” para que la invocación confiada acompañe “el grito de dolor del que sufre” y pueda “contribuir a cambiar los corazones”.

“Podemos ser el ‘coro’ permanente de un gran santuario espiritual, donde la oración de súplica y el canto de alabanza sostienen a la comunidad que trabaja y lucha en el campo de la vida”, indicó el Papa.

De este modo, el Pontífice dijo a las personas mayores que se trata de aportar “a la revolución de la ternura, una revolución espiritual y pacífica” a la que “los invito a ustedes, queridos abuelos y personas mayores, a ser protagonistas”.

“El mundo vive un tiempo de dura prueba, marcado primero por la tempestad inesperada y furiosa de la pandemia, luego, por una guerra que afecta la paz y el desarrollo a escala mundial. No es casual que la guerra haya vuelto a Europa en el momento en que la generación que la vivió en el siglo pasado está desapareciendo”, lamentó el Papa.

Por ello, el Santo Padre alentó a realizar “un cambio profundo, una conversión que desmilitarice los corazones, permitiendo que cada uno reconozca en el otro a un hermano”.

“Nosotros, abuelos y mayores, tenemos una gran responsabilidad: enseñar a las mujeres y a los hombres de nuestro tiempo a ver a los demás con la misma mirada comprensiva y tierna que dirigimos a nuestros nietos”, afirmó.

Por último, el Papa Francisco destacó que la próxima Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores “es una ocasión para decir una vez más, con alegría, que la Iglesia quiere festejar con aquellos a los que el Señor -como dice la Biblia- les ha concedido una edad avanzada”.

“¡Celebrémosla juntos! Los invito a anunciar esta Jornada en sus parroquias y comunidades, a ir a visitar a los ancianos que están más solos, en sus casas o en las residencias donde viven. Tratemos de que nadie viva este día en soledad” porque “la visita a los ancianos que están solos es una obra de misericordia de nuestro tiempo”, concluyó el Papa.

Jornada Mundial de los abuelos y personas mayores

El 31 de enero de 2021 el Papa Francisco instituyó la Jornada Mundial de los abuelos y de las personas mayores, que se celebrará en toda la Iglesia el cuarto domingo de julio, “cerca de la conmemoración de San Joaquín y Santa Ana, los abuelos de Jesús”.

En aquella ocasión, el Santo Padre explicó que el objetivo de esta Jornada Mundial es promover el encuentro entre generaciones, de los nietos con los abuelos y de los abuelos con los nietos, para “custodiar las raíces y transmitirlas”.


Fuente:www.aciprensa.com

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