POR EDUARDO BERDEJO | ACI Prensa
El Papa Francisco. Crédito: Daniel Ibáñez (ACI)
El Papa Francisco realizará del 2 al 7 de julio su quinto viaje apostólico a África, esta vez a la República Democrática del Congo y a Sudán del Sur, países donde esperan que la visita del Santo Padre los ayude a alcanzar la reconciliación y la paz.
El Santo Padre visitará primero del 2 al 5 de julio la República Democrática del Congo, el segundo país más grande del continente y que desde hace más de 25 años enfrenta ataques de las Fuerzas Democráticas Aliadas, grupo extremista que en 2019 juró lealtad al Estado Islámico en África Central.
Las Fuerzas Democráticas Aliadas se encuentran principalmente en el noreste del país, en las provincias de Ituri y Kivu Norte, donde también actúa la milicia Cooperativa para el Desarrollo del Congo (CODECO), que apareció en el 2018.
“El Papa viene a decirnos: ‘congoleses, reconcíliense’. La República Democrática del Congo es un país inmenso, muy rico, pero donde hay mucho sufrimiento en la sociedad”, afirmó Mons. Timothée Bodika Manyisai, Obispo de Kikwit, en el centro oeste del país, en declaraciones a la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), divulgadas este 18 de mayo.
“El Papa viene a nosotros en un momento tumultuoso de la vida de nuestro país. Por ejemplo, irá a Goma [capital de Kivu Norte] donde hay mucha tensión, donde hay grupos armados que siembran el terror a causa de intereses egoístas; a pesar de ser la parte más rica del país”, indicó el Obispo.
El Prelado recordó que se hizo la invitación al Papa Francisco en el 2014 y afirmó que la visita ha generado mucha expectativa, pues el último pontífice que viajó al país fue San Juan Pablo II en 1980 y 1987.
El Obispo de Kikwit indicó que la Iglesia está haciendo énfasis en la preparación espiritual de los fieles, para transmitirles que el que llegará es el sucesor de Pedro para confirmarlos en la fe.
El Papa Francisco visitará también el país más joven
Luego de la República Democrática del Congo, el Papa Francisco estará en Sudán del Sur del 5 al 7 de julio, una visita que “será muy importante para la paz”, aseguró a ACN la religiosa comboniana Beta Almendra, quien reside en la provincia de Wau desde inicios de 2021.
La religiosa portuguesa de 52 años relató que la población cuenta con la Iglesia, sobre todo en los momentos de violencia.
“Cuando hay violencia, enseguida preguntan ¿dónde está la Iglesia?, ¿dónde están los líderes? Dependen de nosotros, de nuestro apoyo, de nuestra ayuda, de nuestra oración y de todo lo que podamos hacer por la paz en este país”, señaló.
Sudán del Sur es un estado independiente desde julio de 2011 y, según el censo de ese año, el 70% de su población es cristiana, el 20% profesa religiones animistas y entre el 3% al 5% es musulmana.
Desde 1956 había formado parte de la República de Sudán, con una población mayoritariamente musulmana en el norte. Ambas regiones se enfrentaron en dos guerras civiles, la segunda ocurrió entre 1983 y 2005, cuando se firmó un acuerdo de paz que permitió hacer el referéndum de independencia en el 2011.
Sin embargo, en diciembre de 2013 estalló una guerra civil que culminó en el acuerdo de 2018 para establecer un gobierno unificado, el cual debía regir el país desde el 12 de mayo de 2019.
En abril de ese año, el Papa Francisco invitó a las autoridades civiles y religiosas de Sudán del Sur a un retiro espiritual en el Vaticano, al final del cual hizo el gesto de humildad de besar los pies a cuatro de los participantes. Entre ellos estaban el presidente Salva Kiir y sus opositores -recién nombrados vicepresidentes-, Riek Machar y Rebecca Nyandeng.
Sin embargo, la paz en Sudán del Sur “sigue siendo frágil”, indicó ACN en una nota enviada a ACI Prensa este 18 de mayo.
La hermana Beta dijo que “muchos habitantes de Sudán del Sur nunca han conocido otra cosa [que la violencia], hay generaciones enteras que han vivido en guerra. La última guerra fue terrible, hubo tanta destrucción: escuelas, infraestructuras, hospitales, iglesias, vidas, muchas de ellas de mujeres y niños, también se intentó eliminar a personas con formación y potencial para convertirse en futuros líderes”.
La religiosa indicó que el gesto del Papa en abril de 2019 sigue en la memoria de la gente, pues ante el peligro de un nuevo conflicto “uno de nuestros líderes eclesiales se dirigió al presidente y al vicepresidente y les preguntó: ‘¿No recordáis el gesto del Papa? Entonces dijisteis públicamente que eso había cambiado vuestras vidas, que ya no habría más guerra en Sudán del Sur’”.
“Fue ese recuerdo, ese gesto, lo que llevó a estos líderes a alcanzar un nuevo acuerdo, a dialogar una vez más, a dar un paso más hacia una paz duradera”, señaló.
En ese sentido, la religiosa comboniana dijo que sus expectativas para esta visita apostólica “es que la gente entienda que la paz es posible” y que es “la única manera de desarrollar este país”.
Fuente:www.aciprensa.com
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