¿Suicidio asistido? La medicina sirve para proteger la vida y no para matar, dice Obispo

Por Ana Paula Morales
Redacción ACI Prensa

Imagen referencial. Crédito: Olga Kononenko / Unsplash.

Ante la reciente despenalización del “suicidio médicamente asistido” (SMA) en Colombia, la Iglesia Católica es clara: “Sabemos que la medicina se ha creado para defender, cuidar, custodiar y proteger la vida, y no dar la muerte”.

Entrevistado por ACI Prensa tras la decisión de la Corte Constitucional que despenalizó el suicidio médicamente asistido, este 12 de mayo, Mons. Francisco Antonio Ceballos Escobar, Obispo de Riohacha (Colombia) y presidente del Departamento de Promoción y Defensa de la Vida de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), destacó también la responsabilidad de los católicos ante las personas que se ven empujadas a considerar esta práctica.

“Nosotros tenemos que ser cuidadores, nosotros tenemos que estar muy cerca de estas personas que están sufriendo, para darles una palabra de ánimo, de aliento y también para acompañarlos a un bien morir”, expresó.

En una polémica decisión, aprobada por seis votos contra tres, la Corte Constitucional despenalizó el suicidio médicamente asistido. La diferencia de este con la eutanasia es que en el SMA es el mismo paciente el que se administra, con la ayuda de un agente sanitario, la sustancia que le causará la muerte.

En la eutanasia, es el profesional de la salud el que administra el fármaco al paciente.

La Conferencia Episcopal de Colombia rechazó la decisión de la Corte Constitucional, asegurando “a partir del principio de la dignidad humana, no existe el ‘derecho fundamental a la muerte digna’, sino el derecho a la vida”.

En sus declaraciones a ACI Prensa, Mons. Francisco Antonio Ceballos Escobar señaló que “los obispos de la Iglesia Católica hacemos un llamado a las autoridades del país para que, siendo consecuentes con el valor inviolable de la vida humana, conforme lo consagra la Constitución Colombiana en el art. 11, las decisiones que se tomen estén encaminadas a su protección, defensa y cuidado, y no a su destrucción”.

El Prelado colombiano lamentó que aunque “es verdad que somos un pueblo profundamente católico”, en el país “tenemos legisladores que se apartan de estos principios fundamentales de nuestra fe”.

“Y más que de los principios fundamentales de la fe, se apartan de la Constitución Colombiana que en el art. 11 defiende la vida”, dijo.

Mons. Ceballos Escobar subrayó que la Iglesia Católica también se dirige “a las personas que sufren, a las familias y a todo ser humano”, exhortándoles a “rechazar la tentación” de “usar la medicina para producir la muerte”.

El Prelado dijo luego que tanto los obispos como los laicos católicos, tanto en Colombia como en el mundo entero, deben estar comprometidos con el “acompañamiento” a las personas que sufren a causa de las enfermedades.

En ese sentido, alentó a trabajar para “tratar de mitigar el dolor de estas personas que sufren en su cuerpo y, digámoslo así, en su alma”.

“Sienten un dolor profundo, a veces porque se sienten solos y abandonados, a veces porque no se les asiste con los medicamentos paliativos, y a veces porque se les olvida absolutamente todo. Entonces todo les hace sentir que son una carga para la misma familia”, dijo.

El Obispo resaltó que cuando se acompaña al enfermo, se le asiste y se reza junto a él, “con seguridad que no toma fácilmente una decisión de acabar con su existencia”.

Sobre la importancia de los católicos de tener mayor injerencia en la vida política de nuestros países, Mons. Ceballos Escobar subrayó que “fundamentalmente está en nuestras manos elegir personas idóneas, humanistas, que defiendan la vida humana desde la concepción hasta la muerte, es un elemento fundamental que está en nuestras manos”.

Además de una conciencia católica para votar, el Prelado resaltó que un elemento clave “es la oración”.

Los católicos, indicó, debemos “orar para que haya legisladores profundamente cristianos y respetuosos de la vida”.

Finalmente, señaló que es importante para los creyentes “formarnos en la conciencia”.

“Pienso que si no formamos una conciencia recta, si no estimamos la vida del ser humano, si nosotros no buscamos esos elementos que nos ayudan a dignificarnos como personas, fácilmente caeremos ante estas tentaciones que el mundo con esta cultura de la muerte nos está ofreciendo por doquier”, expresó.


Fuente:www.aciprensa.com

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