POR NICOLÁS DE CÁRDENAS | ACI Prensa
Imagen referencial. Crédito: Pixabay
“Que no pase un día en este mes de octubre sin rezar el Santo Rosario”. Así ha invitado el Obispo de Córdoba (España), Mons. Demetrio Fernández a todos los fieles a profundizar en el rezo de la oración mariana.
El prelado anima a rezar “a solas, en pareja, en grupo, en familia, como sea” durante todo el mes de octubre “y luego seguir”, aprovechando que el día 7 se celebra la Virgen del Rosario.
Mons. Fernández explica que “se trata de una oración muy sencilla, que se centra en Jesucristo y sus misterios”, que “tiene un carácter contemplativo, repetitivo, que da paz al alma.
El Rosario es para la Iglesia de Occidente “la repetición sin término del Avemaría para entrar con ella en cada misterio de Cristo que se contempla”, el equivalente a la oración de Jesús en Oriente “repetida miles de veces”, explica el Obispo.
El Obispo de Córdoba destaca que esta práctica de piedad mariana es “el instrumento que alimenta y expresa” la fe sencilla de los videntes de Lourdes, Fátima o Medjugorje, “la oración de los pobres y sencillos”.
Al tiempo, se trata de un rezo “de muchedumbres y de soledad” que resulta “asequible a todos” y “entona el alma cada vez que se reza”, describe el Obispo. El Santo Rosario “sirve para mantener el corazón atento al Señor, sirve para una oración comunitaria, para la meditación, para la oración contemplativa”.
Mons. Fernández explica en su carta semanal que los misterios de gozo “nos ponen ante la alegría de la Navidad y su entorno”; los luminosos, “recorren la vida pública de Jesús”; los dolorosos “nos recuerdan el drama de la pasión y de la Cruz” y los gloriosos “nos presentan la gloria de la resurrección y su fruto en María”.
El Prelado destaca los muchos frutos que el rezo del Santo Rosario produce, por ejemplo, en las comunidades del Cenáculo donde “se levantan a medianoche” para rezarlo, en especial los sábados, “para pedir por los que emplean mal su tiempo de diversión”.
“Intensifiquemos esta práctica para pedir por tantas necesidades, por la Iglesia, por las vocaciones, por la paz en el mundo, etc”, concluye el Obispo.
Fuente:www.aciprensa.com
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