La oración de San Carlos de Foucauld a la Virgen María en la fiesta de la Visitación


Oración para la Fiesta de la Visitación | Crédito: Renata Sedmakova - Shutterstock


El 31 de mayo se celebra la Fiesta de la Visitación de la Virgen María a su prima Santa Isabel. Al respecto, San Carlos de Foucauld dejó en sus escritos una reflexión sobre esta significativa celebración y una oración mariana que se puede rezar en este día.

El diario católico francés La Croix señala que en 1898 San Carlos escribió una meditación contemplando la Visitación como “un ideal y una invitación a salir al mundo entero”. Además, presenta unos extractos de lo que el santo escribió.

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En su reflexión, San Carlos le habla con cariño a la Virgen diciéndole que esta fiesta es de ella, pero es más de Cristo “porque es Él quien actúa en ti y por ti”. En este sentido, precisa que la Visitación es la caridad del Señor que la impulsa a salir. “Es Jesús que, en cuanto ha entrado en ti, tiene sed de hacer felices a otros santos y a otras personas”, sostiene.

Más adelante indica que la Virgen no va con su prima para que se cuenten lo que Dios hizo en ellas o sólo para ayudarla materialmente porque está embarazada. “María fue a santificar a San Juan, a anunciarle la Buena Nueva, a evangelizarlo y santificarlo, no con sus palabras, sino llevándole a Jesús en silencio”, describe.

“Esto es lo que hacen los religiosos que se dedican a la contemplación… Sin palabras, llevan a Jesús entre la gente, en silencio”, enfatiza.

Por otro lado, Vatican News en su artículo sobre la Visitación de la Virgen María, presenta una oración de San Carlos de Foucault, donde el santo le pide a nuestra “Madre solícita en la Visitación” que nos lleve a donde se necesite de Jesús. A continuación la oración.

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María, madre solícita en la Visitación
enséñanos a escuchar la Palabra,
una escucha que nos hace estremecer y, a toda prisa,
hace que nos dirijamos hacia todas las situaciones de pobreza
donde se necesita la presencia de tu Hijo.
Enséñanos a llevar a Jesús
en silencio y con humildad, como tú lo hiciste.
Que nuestras fraternidades (familias) se hagan presentes
entre los que no lo conocen
para difundir su Evangelio,
dando testimonio de él, no con palabras, sino con la vida;
no anunciándolo, sino viviéndolo.
Enséñanos a viajar con sencillez
como tú hiciste,
con la mirada puesta siempre en Jesús
presente en tu vientre:
contemplándolo, adorándolo e imitándolo.
María, mujer del Magnificat
enséñanos a ser fieles a nuestra misión:
llevar a Jesús a la gente.
Oh amada Madre, esta es tu propia misión,
la primera que Jesús te confió,
y que te has dignado a compartir con nosotros.
Ayúdanos e intercede por nosotros para que podamos hacer
lo que tu hiciste en la casa de Zacarías,
glorificando a Dios y santificando a las personas en Jesús,
¡por Él y para Él! ¡Amén!
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Abel Camasca
Periodista egresado de la carrera de Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Lima. Parte del equipo periodístico de ACI Prensa desde 2014. Entre 2016 y 2022 estuve a cargo de la producción del programa televisivo EWTN Noticias y de Más que Noticias, programa de Radio Católica Mundial. Suelo escribir artículos sobre las vidas de los santos.

Credito:www.aciprensa.com

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